El cónclave, proceso para elegir al papa, líder de la Iglesia Católica es uno de los eventos con mayor solemnidad, los ojos del mundo se posan en el Vaticano esperando ver humo blanco en el cielo.
Dentro del corazón del catolicismo, uno de los eventos más solemnes y simbólicos es el cónclave de un nuevo papa, el Sumo Pontífice que guiará espiritualmente a más de mil millones de fieles en el mundo. Este proceso, cargado de tradición y misterio, ocurre tras el fallecimiento de un papa o su renuncia, como sucedió en 2013 con Benedicto XVI.
Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de todas las noticias al instante
La elección se lleva a cabo en el cónclave, una reunión secreta que tiene lugar en la Capilla Sixtina, donde los cardenales votan bajo estrictas medidas de aislamiento.
El término “cónclave” proviene del latín cum claves, que significa “bajo llave”, aludiendo al aislamiento total al que se someten los cardenales durante el proceso.
Los participantes se hospedan en la Casa de Santa Marta, dentro del Vaticano, sin ningún contacto con el exterior. Las votaciones son secretas y rigurosas: el primer día se realiza una sola, y en los días siguientes, hasta cuatro votaciones diarias (dos por la mañana y dos por la tarde) hasta alcanzar un consenso.
SIGUE LEYENDO: ¿Quién será el próximo papa? Ya se destacan candidatos
Para asegurar la transparencia del proceso, se eligen nueve cardenales al azar que cumplen funciones específicas:
- Tres cuentan los votos,
- Tres recogen las papeletas de los cardenales enfermos,
- Y tres supervisan el escrutinio.
Cada voto se emite en una papeleta con la frase en latín “Eligo in Summum Pontificem” (“Elijo como Sumo Pontífice”), seguida del nombre del candidato. Al emitir el voto, el cardenal declara: “Pongo por testigo a Cristo Señor, el cual me juzgará, de que doy mi voto a quien, en presencia de Dios, creo que debe ser elegido.”
Si no hay un ganador tras la votación, las papeletas se queman con productos químicos que generan humo negro, señal inequívoca de que aún no hay Papa. Si el estancamiento persiste durante 13 días, se concede un día de reflexión, y en caso de empate, la decisión se limita a los dos candidatos con más votos, quienes no pueden votar en esa ronda final.
Cuando finalmente hay un consenso, se quema paja húmeda con las papeletas, y el humo blanco se alza desde la chimenea de la Capilla Sixtina: la Iglesia tiene nuevo Papa.
TE PUEDE INTERESAR: Reacciones a la muerte del papa Francisco: líderes del mundo reconocen su legado social y ético
El cardenal electo debe entonces aceptar el cargo y escoger el nombre con el que será conocido durante su pontificado. Tras el juramento de fidelidad de los demás cardenales y una oración, el mundo entero espera el anuncio desde el balcón del Vaticano.
La tradición culmina con la icónica frase: “Habemus Papam”, pronunciada por el cardenal protodiácono, seguido por la primera bendición Urbi et Orbi del nuevo Pontífice, dirigida a Roma y al mundo entero.
Una vez más, la historia se escribe con humo blanco en el cielo de Roma.
- Video | Del taxi a la sala de partos: policías ayudan a mujer a punto de dar a luz en Pachuca
- Así es el cónclave para elegir al papa
- Entre Huasca y el Festival de la Cerveza