What To Know
- Fue entretenida, cantaron las canciones y aplaudieron hasta el doblaje de Danna y Ceci de la Cueva, y que cuando vieron la segunda parte fue como salir de la simulación y darse cuenta de que se cumple aquella regla de que segundas partes nunca son buenas.
- Quizá por eso se descuida la narrativa, se preocupa más por mostrar la química entre Glinda y Elphaba que por cuidar a sus otros personajes, pero también se entiende que ellas son las figuras principales y por eso hay un desarrollo de personajes notable que puede ser lo único que distinga la película 1 de la 2.
- un intermedio de un año pudo haber perjudicado la percepción de esta segunda parte, que tal vez resulta innecesaria y que pudo funcionar si solo hubiera sido una película de tres horas y media, pero se entiende que busquen el Oscar en una temporada todavía más competitiva que la anterior.
Hay una interesante dualidad en la forma en la que la adaptación de Wicked se ha desarrollado; de un lado está la audiencia que quedó encantada con la primera parte del año pasado y que, por supuesto, esperaba con ansias la segunda parte este año.
Luego está esa parte del público que estuvo conforme con la película del 2024; fue entretenida, cantaron las canciones y aplaudieron hasta el doblaje de Danna y Ceci de la Cueva, y que cuando vieron la segunda parte fue como salir de la simulación y darse cuenta de que se cumple aquella regla de que segundas partes nunca son buenas.
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Wicked for Good (o Wicked por siempre), la segunda parte de esta adaptación dirigida por Jon M. Chu y protagonizada por Cynthia Erivo y Ariana Grande, tiene sus pros y sus contras. Es igual de majestuosa que su primera parte; Elphaba y Glinda siguen dejando a más de uno boquiabierto con la interpretación de las canciones y la atmósfera del teatro se siente.
Y ese es quizá el mayor de los contras; para quien vio la obra de teatro, Wicked se divide en dos actos: el primero con la introducción a la historia, las canciones más conocidas y el planteamiento del conflicto, tal y como lo vimos en la película 1. El segundo es una conclusión que se siente apresurada, con canciones que no destacan tanto, y en la segunda película ocurre casi lo mismo: un cierre un tanto forzado y atropellado; le sobra como media hora y exprime hasta la última gota de química entre Erivo y Grande.
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Algo que le voy a aplaudir siempre a Wicked, sea la 1 o la 2, es el nivel de interpretación de los números musicales; quizá por eso se descuida la narrativa, se preocupa más por mostrar la química entre Glinda y Elphaba que por cuidar a sus otros personajes, pero también se entiende que ellas son las figuras principales y por eso hay un desarrollo de personajes notable que puede ser lo único que distinga la película 1 de la 2.
Hay algo de cierto en lo que muchos han dicho acerca de la cinta: un intermedio de un año pudo haber perjudicado la percepción de esta segunda parte, que tal vez resulta innecesaria y que pudo funcionar si solo hubiera sido una película de tres horas y media, pero se entiende que busquen el Oscar en una temporada todavía más competitiva que la anterior.
Con una atmósfera un poco más oscura, es irónico que en esta segunda parte sea Glinda la que se lleve toda la cinta. Hay un progreso en la actuación de Ariana Grande que podría incluso llevarla a ganar su primer Oscar; quizá sea lo más destacado de la historia.
Wicked for Good cumple con cerrar el círculo de una película que intentó llevar la magia del teatro a la pantalla grande; todavía no estoy convencida de que lo haya logrado, pero se agradece que sea un musical que precisamente logre el objetivo de una película propia del género, hacer que quienes no son partidarios digan “no me gustó”, y eso ya tiene un mérito.
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La recomendación: Casi 10 años después llega otra secuela que no sé qué tan necesaria sea, pero que es una de las cartas fuertes de Disney para volver al mercado y al gusto del público. Antes de lanzar la tercera parte de Avatar, Zootopia 2 ya está en cines y hay que ver qué de nuevo ofrece… Hasta aquí ¡Corte y queda!
