Carlos Sevilla

El pasado junio, en estudios de opinión pública de Demoscopia Digital, Julio Menchaca Salazar fue ubicado en tercer lugar de aprobación (68.7%) de los 32 mandatarios estatales del país. Solo en primero y segundo sitio lo superaron dos gobernadoras, en primer sitio Marina del Pilar, morenista, de Baja California, (70.1%) y Tere Jiménez, panista, de Aguascalientes, 69.4%.  

En el análisis, publicado en La Jornada Hidalgo, el pasado jueves, aparecen, cuarto lugar, Mauricio Kuri, panista, Querétaro (67.1 %), y Víctor Castro, morenista, Baja California Sur (66.9%). 

Entre los dos últimos de la lista se incluyen, 31, Esteban Villegas, PAN, PRI y PRD, Durango (32.6%), y 32, Cuauhtémoc Blanco, morenista, Morelos (20.2%). Nunca pudo remontar sumando simpatías.  

En meses anteriores, Menchaca Salazar apareció entre los más reconocidos e incluso llegó a estar en primer lugar, en tácito reconocimiento a la forma en que ha conducido el destino de Hidalgo, con mano firme y sustentando acciones, no solo en favor de la capital, Pachuca, sino en los restantes municipios. En nada se modificaron bueno modales y cortesía que siempre lo han identificado. Sabe hacer su trabajo.  

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Propuesta a Conago  

El martes 2 de este mes, Julio Menchaca Salazar anunció que había turnado una propuesta en su carácter de coordinador de la Comisión de Seguridad y Justicia de la Confederación Nacional de Gobernadores (Conago) para que se establezca un examen o evaluación teórica antes del proceso, muy anunciado, de elegir en forma popular, directa, a jueces y magistrados en la llamada y polémica reforma al Poder Judicial.  

No hay que olvidar que Menchaca Salazar es un muy apto conocedor del Derecho, y que esto se apuntaló desde que era estudiante, en que recibió reconocimientos otorgándole deseados, y no muchas veces obtenidos por otros, dieces en calificaciones.  

Dejó claro que la forma de elección popular es la menos adecuada para designar a quienes serían parte de la Suprema corte de Justicia de la Nación (SCJN), o una plaza en la autoridad jurisdiccional.  

Textual expuso: ”Antes de competir por elección popular, se tiene que generar un comité que evalúe a quienes pretenden ocupar una plaza y que cumplan con los requisitos de ley y para eso implementar un examen teórico que garantice preparación para ese encargo práctico”. Agregó la necesidad de una buena fama pública y de las manos, un prestigio profesional.  

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La votación popular no la estimó como negativa, pues se llega a utilizar en otros países. Abundó en su punto de vista y dijo que a través de estas fórmulas bien pueden participar quienes ya ostentan un cargo de ministro, además de que con ello se toma en cuenta la carrera judicial, así como forma adecuada de estar en juzgados, y puntualizó: ”Es con examen, sin someterse a votación”.

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