En un hito histórico, Kamala Harris ha sido confirmada como la candidata presidencial del Partido Demócrata, de Estados Unidos (EU).
Con esto, se convirtiéndose en la primera mujer negra y la primera estadounidense de origen asiático en encabezar una candidatura de un gran partido en Estados Unidos.
El Comité Nacional Demócrata anunció este lunes que Harris obtuvo el 99% de los votos de los delegados, asegurando así su lugar en la boleta electoral.
El anuncio se produjo poco después de que el plazo para que los delegados emitieran su voto digital se cerrara a las 18:00 horas.
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Harris, quien ha servido como vicepresidenta bajo el presidente Joe Biden, emergió como la única candidata seria tras la decisión de Biden de no buscar la reelección y su respaldo público a Harris.
Desde el comienzo de este proceso, Kamala Harris mostró un liderazgo indiscutible, siendo la única candidata en reunir suficientes firmas de delegados para aparecer en la papeleta.
El partido ya había declarado el pasado viernes que Harris aseguraba los votos necesarios para garantizar su candidatura.
El siguiente paso en este histórico camino es la certificación oficial de los resultados por parte del secretario de la convención, tras lo cual Harris aceptará formalmente la candidatura.
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Harris tiene la autoridad para elegir a su compañero de fórmula sin necesidad de una votación separada; decidiéndose por Tim Walz, gobernador de Minnesota.
Implicaciones históricas
La nominación de Harris marca un momento significativo en la política estadounidense, subrayando el avance hacia una representación más inclusiva y diversa en los más altos niveles de gobierno.
Como primera mujer negra y estadounidense de origen asiático en ser candidata presidencial de un gran partido, Kamala Harris continúa rompiendo barreras y redefiniendo el panorama político del país.
Con la convención demócrata detrás de ella, Harris se prepara para una intensa campaña electoral que culminará en las elecciones presidenciales de noviembre.
La campaña de Harris pinta a ser una de las más significativas, tanto por sus implicaciones políticas, como por lo que representa en términos de progreso y representación.
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