Sandy Franco

Llegamos al final de este serial que hace homenaje a nuestro cine nacional y vamos a cerrar con lo más nuevo que México ha dejado dentro de la cinematografía, donde ya nos defendemos tan bien que hasta los Academy saben que si viene de este lado de la frontera, es garantía de algo interesante; pero también en un ámbito tan nuevo como lo son las series de streaming.

Aunque en el cine, las producciones se pulen cada día más para ofrecer nuevas miradas e historias dentro de un contexto social cada vez más actual o explorando otros géneros en los que aportan frescura, siempre queda un espacio más para reinventar, viajar al pasado o descubrir nuevos horizontes.

Del lado del streaming, todavía es muy pronto para decir que estamos a la altura de grandes producciones, pero hay interesantes ejemplos de que van por buen camino; a veces creemos que en México solo somos buenos para hacer telenovelas, pero la creación audiovisual ha sabido tener sus momento de gloria.

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Actualmente, México busca seguir detonante la industria, lucha contra viento y marea para conseguir presupuesto o reconocimiento, lo que venga primero para obtener lo segundo y en ese andar, las audiencias hemos sido testigos de buenos ejercicios, últimamente de decentes producciones con una historia para reflexionar o para sacar la carcajada.

En aras de terminar este serial, les voy a platicar de dos producciones que se encuentran en streaming, una en Netflix y otra en Prime, una es una película enfocada en la comedia y otra es una serie con una carga de drama exacta para hacernos pensar y hasta llorar.

Pero lo curioso es que ambas tiene dos elementos en común, el primero es una banda sonora muy conocida para muchos, misma que va de la mano con algo con lo que las dos producciones juegan: la nostalgia.

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Nadie nos va a extrañar, ¿es buena?

Vamos a hablar primero del drama que es Nadie nos va a extrañar; ¿quién de ustedes estaba en la prepa en los años 90? Pues esta serie sitúa a un grupo de jóvenes en sus años de preparatoria con una organización para vender trabajos y tareas.

Un día llega un nuevo estudiante y una serie de cosas suceden en torno al grupo de alumnos que primero, van a hacernos viajar a cuando teníamos esa edad, y luego a ver desde este punto de la adultez, la forma en la que salimos de esa etapa y cómo las decisiones que tomamos pueden repercutir en el futuro, o no.

De la mente de Adriana Pelusi (Control Z) y Gibrán Portela (Güeros), podría decir que el manejo de la nostalgia es tan bueno que terminé considerando a Nadie nos va a extrañar, como una de las mejores series mexicanas de nuestros días, de mí se acuerdan si no.

¿Qué onda con Technoboys?

Ahora bien, dicen que para la comedia nos pintamos solos, así que no es de extrañar que la siguiente película combine de buena manera la nostalgia con la risa en una parodia cuyo propósito es simplemente, hacernos soltar la carcajada; estoy hablando de Technoboys.

Technoboys trae de regreso a la dupla Luis Gerardo Méndez y Karla Souza a una comedia mexicana, es el debut como director de Méndez y es otro golpe a la nostalgia noventera con la premisa de las boy bands. Todos, en algún momento de nuestras vidas fuimos fans de una boy band, fuera internacional o hecha en México, si no ¿por qué el éxito de los 90’s Pop Tour?

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Al guionista Alexandro Aldrete, se le ocurrió escribir sobre una boy band separada por su “líder” que se parece a Justin Timberlake en NSYNC, luego de que se desquiciara por el amor de su colega, una cantante que salió de un grupo como las JNS y que años después, sin éxito alguno como solista, busca reunir a su banda para recuperar a la chica.

Technoboys se vale de parodiar a estas bandas que se separaron y evolucionaron en personas retiradas o artistas con otros proyectos; toca temas como la lucha de clases sociales, las transiciones de género y los medios de comunicación con todo y redes sociales, todo en un tono de comedia exacto, ni más, ni menos. Bueno, hasta los temas y videos musicales los hicieron los actores, todo con tal de recordándonos por qué alguna vez la vida sonaba a canciones de grupos coreográficos y nos gustaba.

Dense la oportunidad de ver estas dos producciones que cumplen, desde mi perspectiva, con una retrospectiva hacia una vida pasada y hacernos reír sin complicaciones y por el puro gusto. Hasta aquí ¡Corte y queda!

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