Joker: Folie à deux es un fenómeno cinematográfico que fue de los más importantes del año, por el impacto en las salas del cine y por esto, el director Todd Phillips se recluyó en un rancho de su propiedad durante todo el fin de semana de su estreno.
Sin embargo, esta película, a diferencia de la primera, no convenció a los espectadores ni a la crítica y sus resultados en los primeros días no fueron nada buenos, y ante esta situación, el director tomó una estrategia sorprendente.
La decisión hace que él no se sobreexponer al ruido causado por el filme porque ahora no es como en el 2019 y los espectadores no hablan bien de su trabajo, es más, muchos están molestos por la forma en que cambiaron el significado del personaje y el legado de la primera cinta.
La fuente indica que en el fin de semana del 4 al 6 de octubre, todos en Warner Bros recibieron un golpe fuerte con el colapso de la cinta, porque el debut de esta fue solo de 37.8 millones de dólares, mucho más bajo que la primera y sensiblemente menos que las estimaciones.
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Al mismo tiempo, el filme ya es la primera película de cómics en la historia en recibir una calificación D en CinemaScore.
Mientras tanto, otras bases de datos indican que la audiencia atacó duramente este estreno, siendo un rechazo total el del público, y que en Estados Unidos, durante el primer fin de semana la cinta recaudó menos que otras cintas de películas como Mobius, The Marvel o Flash.
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