El presidente Andrés Manuel López Obrador ha desestimado la magnitud del paro de trabajadores, jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación (PJF), asegurando que esta acción podría incluso ser beneficiosa para su gobierno.
Durante su conferencia matutina, López Obrador señaló que, al no haber juzgados abiertos, tampoco habrá trámites que permitan la liberación de criminales, incluyendo a aquellos de “cuello blanco“.
“Ahora que decidieron irse a huelga, a la mayoría de los mexicanos no les va a importar. Les diría con franqueza y también respeto que hasta nos ayudará porque, si no estarán jueces y ministros en activo, entonces tendremos cuando menos la garantía de que no dejarán libres a delincuentes del crimen organizado, y como no trabajan los juzgados, tampoco habrá libertad para los delincuentes de cuello blanco”, declaró el mandatario, simplificando los posibles efectos de la huelga.
Sin embargo, la realidad es que el paro nacional indefinido, que comenzará a partir de las 0:01 horas del miércoles 21 de agosto, tendrá serias repercusiones.
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Aunque se mantendrán guardias en todos los tribunales para atender casos urgentes, los juicios ordinarios quedarán paralizados, lo que generará un rezago legal considerable y un malestar social creciente en contra del gobierno de la Cuarta Transformación.
Abogados y trabajadores del PJF advierten que las consecuencias del paro serán graves, afectando áreas como la penal, laboral, fiscal, administrativa, civil y mercantil.
Miles de personas que esperan resoluciones judiciales se verán afectadas, con juicios detenidos y una acumulación de casos que incrementará el rezago día a día.
La huelga también expone la creciente tensión entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, con críticas hacia la propuesta de elegir jueces y magistrados mediante sufragio popular, un cambio que, según los trabajadores del PJF, abriría la puerta a la corrupción y la incompetencia en el sistema de justicia.
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En su intento por minimizar la situación, López Obrador también mencionó el caso pendiente de cobro de impuestos al empresario Ricardo Salinas Pliego, sugiriendo que la huelga no afectará de manera significativa, aunque expresó preocupación por este expediente en particular.
La huelga del PJF representa un desafío considerable para el gobierno de López Obrador, que podría heredar a la próxima administración, encabezada por Claudia Sheinbaum, un sistema de justicia profundamente afectado y con un rezago difícil de revertir.
Con información de Amexi
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