Resulta y resalta que, tras arduas jornadas de gestión y organización, científicos argentinos y estadounidenses pudieron confirmar la semana pasada que Fondo de Bikini —set en el que se desarrolla el programa animado de Bob Esponja—, se encuentra ubicado en nada más y nada menos que en las profundidades de Mar del Plata. No lo digo yo, lo dicen los hallazgos de científicos argentinos, quienes con apoyo del Schmidt Ocean Institute y el uso de SUBastian —un brazo robótico que logra tomar muestras marinas y además grabar en vivo su travesía— recabaron evidencia suficiente de que Patricio Estrella existe y que además se ha estado ejercitando.

Lo anterior pudo ser constatado por miles de usuarios que siguieron la expedición submarina en vivo a través de YouTube, en la que apareció una estrella marina que lucía unos bultitos inferiores que asemejaban unos buenos glúteos, a quien todos reconocieron y dieron fe oficial de que se trataba de Patricio. Así también aparecieron decenas de especies que fueron apodadas en tiempo real.

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de todas las noticias al instante

El furor por seguir este trabajo científico no es mera coincidencia, sino que forma parte de las protestas multitudinarias en Argentina ante el desolador panorama de recortes presupuestales a hospitales, jubilaciones, universidades y, sobre todo, al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), que es el ente que ha conformado a este equipo de biólogos que en tan solo en un par de días lograron reunir a cerca de 80 mil personas conectadas para ver sus hallazgos.

SIGUE LEYENDO: El macho alfa is dead

Tanto Argentina como Estados Unidos —país que también apoya dicha expedición en mares sudamericanos— están sufriendo recortes en ciencia, salud y educación debido a la entrada de gobiernos ultraconservadores que han preferido apoyar programas de seguridad nacional e inteligencia. Pero es así como la ciudadanía le responde a su gobierno: apoyando el streaming científico del Conicet que lleva de fondo el soundtrack de la Sirenita; y es que la gente lo sigue diario, se juntan a tomar mate para verlo, hay ‘reels’ de ‘raves’ donde en lugar de pasar visuales, en las pantallas pasan la transmisión en vivo del submarino, los memes abundan por todo el mundo y la gente está colgada totalmente de la ciencia, sobre todo porque los biólogos van narrando sin guion sus percepciones de lo que van observando, así que se escuchan emociones, chistes, preguntas filosóficas y sobre todo, divulgación científica en idioma coloquial al alcance de todos.

Lo no tan bueno de seguir en vivo este suceso es que existen prácticas poco éticas en la ciencia que quedan al total descubierto y nos dejan a todos con un nudo en la garganta, así me ocurrió con Batatita, apodo que recibió un pepino de mar semejante a un camote, aunque en Argentina a eso se le llama batata y de ahí junto al diminutivo dan fe al nombre: Batatita. Este espécimen fue monitoreado por el biólogo Mariano a 2 mil metros de profundidad, la cosa es que no solo fue grabado, sino traído a tierra para “investigarlo”. Sabemos que esta es una práctica normalizada en la ciencia, pero no está de más decir que eso no la hace ética o justificada. Quizá los humanos sí aprenderemos más de los pepinos de mar como Batatita, pero puede que sea a costa de la vida o bienestar del mismo Batatita y esa siempre ha sido mi discusión con la biología y es pertinente ponerlo sobre la mesa.

TE PUEDE INTERESAR: ¿En realidad México estuvo camuflado de la guerra?

Lo que sí es bueno es que al ser un enlace en vivo, las y los usuarios pueden comentar y llegar a recibir respuesta de los investigadores en tiempo real, y muchos de los que siguen esta transmisión son niñeces que han comenzado a preguntar qué tienen que estudiar para poder subirse a barcos de este tipo y ver directamente a estas especies marinas. Quizá tengamos una nueva generación de biólogos que en un futuro también luchen por tener gobiernos que apoyen la ciencia y la educación. Mientras tanto, ¡aguante, Batatita!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *