Al igual que el gobierno federal, la administración de Julio Menchaca presentó el Plan Hidalgo para amortiguar el impacto que tendrá la entidad por la guerra comercial mundial de Donald Trump. ¿Es suficiente para el vendaval económico que se viene?
Presentado por el gobernador el pasado fin de semana, el plan se construye bajo 18 ejes estratégicos en sectores considerados clave para la economía estatal.
La primera observación es que el Plan Hidalgo no se enfoca solamente en el sector exportador, sino que incluye renglones tan dispares como: suficiencia alimentaria, vivienda, créditos, programas sociales y el impulso a programas locales. Esto no necesariamente está mal, pero parecería que la crisis le pegará más, por ejemplo, al sector económico ligado a la zona industrial de Ciudad Sahagún, que ya resiente los efectos de la incertidumbre de la política de Donald Trump.
Dentro del Plan Hidalgo no se ve una estrategia para amortiguar la caída en la producción de las empresas ligadas al sector ferroviario. Valdría la pena que el gobierno estatal se acerque con el ejecutivo federal para ver de qué manera se puede ayudar al clúster que se encuentra instalado en el Altiplano, para que el bache en las ventas internacionales sea amortiguado con las compras nacionales.
SIGUE LEYENDO: Justicia para Froylan, derechos para l@s ciclistas
Por otra parte, el Plan Hidalgo revive proyectos que llevan años en el papel, pero que no se han podido concretar por mil razones. Llama la atención que el gobierno de Menchaca plantee construir una Central de Abasto en Pachuca, cuando ese plan ha naufragado por los intereses alrededor de ese centro comercial, empezando por los comerciantes que se resisten a abandonar esa zona céntrica pese al descontento de los vecinos por el caos que provoca su operación.
El Plan Hidalgo también recicla programas que ya se dieron a conocer por el gobierno federal, por ejemplo, el proyecto para construir 6 mil viviendas tan solo este año, que presentó Claudia Sheinbaum en su más reciente gira por la entidad.
El Plan, por otra parte, incorpora cifras de empleo e inversión que el gobierno estatal ya concretó, como los más de 90 mil millones de pesos en inversión privada y 129 mil empleos que se han generado en la actual administración. ¿Y eso de qué va a servir para la contracción en el consumo y la producción que provocarán los aranceles de Donald Trump?
No habrá salidas fáciles para el previsible frenón de la economía mundial. El echar a andar la economía de la mano de la inversión estatal es una buena idea y es una fórmula que le debemos al viejo John Maynard Keynes, quien vio que el Estado es un motor confiable para evitar crisis económicas.
La idea de fomentar las compras públicas locales, mediante la adquisición directa a empresas hidalguenses se oye muy bien en la teoría. Ojalá que se traduzca en licitaciones ganadas y en más circulante en el territorio estatal.
TE PUEDE INTERESAR: Urge aclarar el pasado 8M
Es deseable que también se concrete el apoyo a la fabricación de vehículos eléctricos y a empresas del sector automotriz, de autopartes y metalmecánica. En ese renglón resultaría obligado que el gobierno estatal eche a andar una agresiva estrategia para proponer a Hidalgo como sede para la futura planta que producirá los vehículos eléctricos de la marca Olinia.
El Plan Hidalgo es una estrategia que responde a la extraña realidad económica de este 2025. Falta afinarlo, pero al menos tenemos unas ideas generales para sortear un escenario de escaso o nulo crecimiento económico, pleno de incertidumbre por la errática política de un presidente como Donald Trump.
Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de todas las noticias al instante
- Modelo Integral de Atención al Pueblo beneficiará a 3 millones de hidalguenses
- Huasca de Ocampo: naturaleza, historia y magia para tus vacaciones
- Esto te costará tirar agua en Semana Santa, según Caasim