SE COCINAN CAMBIOS en diversas áreas del gobierno del estado, así como en las delegaciones federales en la entidad. El afianzamiento del proyecto político de Julio Menchaca Salazar requiere ajuste en la maquinaria y la suma de todos los actores que quieren participar, por eso la Coordinación de Operación Política a cargo de Esthela Ponce y los ajustes por venir, buscando consolidar el liderazgo de Menchaca frente a los retos internos de gobernabilidad, mientras que la diputada Hilda Miranda Miranda tiene delante de sí el principal desafío político de su carrera, como presidenta de la Comisión de Asuntos Urbanos y Metropolitanos en la LXVI Legislatura, ya que el estado de Hidalgo será sede del Segundo Encuentro de Megalópolis, cuyo propósito es la creación de un Cabildo Metropolitano para homologar legislaciones locales, lo cual permitirá planificar el desarrollo sostenible y sustentable de entidades como Ciudad de México, Estado de México, Morelos, Puebla, Querétaro, Tlaxcala e Hidalgo, y así mismo crear andamiaje legal a los megaproyectos de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
Este tema que le apasiona a la legisladora local vive supuesto riesgo de cancelación al menos en desarrollarlo en Pachuca, porque al interior del Congreso hay voces que se sienten con derechos de “cucharearlo” tomando decisiones por encima de la presidenta de la Comisión de Asuntos Urbanos y Metropolitanos, quien recientemente participó en reuniones de alto nivel al seno del Congreso federal, que aglutina senadores y diputados federales.
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Esas arenas movedizas sortea la morenista Hilda Miranda, diputada por el distrito de Mineral de la Reforma, a pesar de su respeto y obediencia al líder político de la entidad y a su coordinador de legislatura, Julio Menchaca Salazar y Andrés Velázquez Vázquez, respectivamente, a quienes la reunión del Segundo Encuentro de Megalópolis debe rendirles frutos ser anfitriones de 257 legisladores de la Cuarta Transformación del país, y quienes tienen la misión de ponerle sustento a las aspiraciones del Segundo Piso de la 4T, como se señala, andamiaje legal: legislación y reglamentos a proyectos como el Tren Interurbano Ciudad de México-Pachuca o lo que tiene que ver con Tula, entre otros.
Hilda Miranda o se faja e impone su estatutos de abanderada del seguimiento a los trabajos que se realizan desde hace unos meses, como la discusión del fortalecimiento de un Cabildo Metropolitano, instrumento legislativo del Parlamento Metropolitano que se tiene previsto concretar en próximas fechas, o se diluirá sin trascender en las estrategias que respondan a las necesidades de problemas comunes: movilidad, violencia de género, medio ambiente, vivienda, seguridad, turismo, entre otros que deben contemplarse en una Agenda Metropolitana.
No tiene permitido, tampoco, otro fracaso como fue la primera sesión de este tema en el Congreso local, a culpa de esas manos inexpertas que rodean al líder parlamentario hidalguense.
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En el Primer Foro Metropolitano realizado en septiembre, liderado por integrantes de la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la CDMX, también se abordaron otros objetivos como es el robustecer cinco ejes prioritarios que abordan problemáticas de seguridad vial, seguridad hídrica, gestión y saneamiento del agua, manejo integral de residuos sólidos, movilidad desarrollo urbano, vivienda y territorio, seguridad ciudadana y justicia metropolitana.
Mirada Miranda ha subrayado la importancia de la concretar la Ley General de Zonas Metropolitanas, para noviembre próximo, para la cual se realizaron foros en sedes alternas como el ITESO, donde especialistas y académicos discutieron temas esenciales como agua metropolitana, transporte y movilidad, así como vivienda social, con la mira de que las Zonas Metropolitanas no solo de Hidalgo, requieren de soluciones a mediano y largo plazo.
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EN CASA DE BEBEDORES consuetudinarios o alcohólicos, es mayor el riesgo de violencia de género y familiar. Y de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 20164), en México una de cada tres mujeres que conviven con un cónyuge que consume alcohol diario hasta alcanzar la ebriedad, enfrenta un riesgo significativamente mayor de vivir violencia en comparación con aquellas cuyos hogares están libres del consumo.
De acuerdo con la Encuesta RESET Alcohol México 2024, realizada por Vital Strategies, el 97% de la población mexicana está preocupada por la violencia contra la mujer atribuible al consumo de alcohol así como al desarrollo de enfermedades crónicas y psicológicas y trastornos mentales.
Para frenar las consecuencias del consumo es indispensable que el Estado mexicano impulse una política nacional que regule la creciente disponibilidad de puntos de venta, limite los horarios, las promociones y la publicidad de las bebidas, reflexiona Yahaira Ochoa, especialista en temas de género de Salud Justa Mx., en el marco del Día Internacional de las Mujeres.
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La también integrante de Red de Acción Social Alcohol (RASA), señaló que un estudio realizado en México reveló que las mujeres tienen 3.5 veces mayor riesgo de sufrir violencia severa cuando su pareja toma alcohol. Otras investigaciones indican que, en contextos donde coexisten el consumo de alcohol y la violencia, el riego de depresión de la persona que sufre agresión es cuatros veces mayor y la incidencia se duplica hasta ocho veces cuando la mujer está embarazada.
La industria del alcohol ha responsabilizado a los consumidores de las terribles consecuencias que provoca este producto, además de oponerse a las políticas públicas que buscan disminuir el consumo, pues afectarían sus ganancias. Es momento de que esta industria se haga responsable de los daños que provoca y que los tomadores de decisión actúen al respecto, alza la voz RASA.
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En México 10.6% de los adolescentes en contexto escolar (secundaria y bachillerato) perciben que sus padres tienen un consumo problemático de alcohol. Solo el 1.3% identifica lo mismo en sus madres y el 1.7% percibe que el problema es de ambos.
En nuestro país el consumo de alcohol es el sexto factor de riesgo a la salud, responsable de más de 38 mil muertes en 2021, de las cuales alrededor de 6 mil (15%) se atribuyeron a la violencia interpersonal.
Red de Acción Social Alcohol (RASA) reiteró su llamado al gobierno para construir una política nacional para el control del alcohol que contemple las recomendaciones de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la iniciativa RESET Alcohol, que contribuya a reducir la carga de enfermedad y muerte asociadas al consumo de alcohol.
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