Lo que tienes que saber
- La UNESCO inscribió la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de Iztapalapa en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que eleva al mayor viacrucis de México al escenario global y lo coloca entre las expresiones culturales más emblemáticas del país.
- El plan de salvaguardia aprobado contempla la consolidación del Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa (COSSIAC) como órgano rector, así como el fortalecimiento de archivos históricos y acciones de preservación a largo plazo.
- Con esta inscripción, la Pasión de Iztapalapa se suma a expresiones icónicas como la cocina tradicional mexicana, el Día de Muertos, el mariachi y el bolero, ampliando el repertorio de manifestaciones culturales que México comparte con el mundo.
Iztapalapa se coloca como punto referente religioso, su representación de la Pasión de Cristo es reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La UNESCO inscribió la Representación de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo de Iztapalapa en su Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, un reconocimiento que eleva al mayor viacrucis de México al escenario global y lo coloca entre las expresiones culturales más emblemáticas del país.
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Durante la vigésima reunión del Comité Intergubernamental celebrada en Nueva Delhi, Edaly Quiroz, subdirectora de Patrimonio Inmaterial de México, describió la tradición como “una manifestación que trasciende lo religioso”, una celebración que articula unidad, memoria, identidad y un poderoso sentido de comunidad. Cada año, los ocho barrios originarios de Iztapalapa convierten sus calles en escenarios bíblicos que recrean episodios del Nuevo Testamento, un ritual que moviliza a miles de participantes y voluntades.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo celebró el nombramiento, reconociendo el trabajo del comité organizador, de la jefa de Gobierno Clara Brugada, de la alcaldesa Aleida Alavez y del antropólogo Diego Prieto, director del INAH, quienes impulsaron este proceso. Sheinbaum subrayó que se trata de una tradición con profunda raíz comunitaria que ha perdurado por décadas gracias al compromiso social.
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El reconocimiento no es menor: la Semana Santa de Iztapalapa es la representación religiosa más multitudinaria del país y una de las mayores de América Latina. Solo en 2024 reunió a 1.4 millones de asistentes, y en años previos a la pandemia llegó a superar los dos millones de personas.
Un ritual nacido de una promesa
La historia de esta representación se remonta a 1833, cuando la comunidad realizó un voto para pedir el fin de una epidemia de cólera.
En 1843 se llevó a cabo la primera puesta en escena formal, dando inicio a una tradición ininterrumpida de más de 180 años.
En una alcaldía que históricamente ha enfrentado retos de seguridad y densidad poblacional, el viacrucis se convirtió en un motor de cohesión y fortaleza comunitaria.
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Salvaguardia y futuro
México destacó ante la UNESCO que la tradición ha evolucionado, incorporando principios de igualdad de género y derechos humanos en sus estatutos. El plan de salvaguardia aprobado contempla la consolidación del Comité Organizador de la Semana Santa en Iztapalapa (COSSIAC) como órgano rector, así como el fortalecimiento de archivos históricos y acciones de preservación a largo plazo.
Con esta inscripción, la Pasión de Iztapalapa se suma a expresiones icónicas como la cocina tradicional mexicana, el Día de Muertos, el mariachi y el bolero, ampliando el repertorio de manifestaciones culturales que México comparte con el mundo.
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