Horas después de la muerte de su compañero, este lunes falleció Paulino C. A., agente de investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH), quien fue brutalmente agredido junto con el oficial Vicente M. B. por presuntos integrantes de una secta en el interior de un templo a la Santa Muerte en la colonia La Loma de Pachuca.
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Ambos agentes, adscritos al Centro de Justicia para Mujeres, fueron enviados el pasado sábado para entregar una notificación de medidas cautelares en un caso de violencia familiar. La diligencia debía realizarse en una vivienda ubicada en los límites con San Agustín Tlaxiaca, pero en su lugar, los agentes fueron interceptados por al menos cuatro personas armadas —entre ellas una mujer— y llevados por la fuerza a un recinto conocido como El Angelito Negro 666, donde se venera a la Santa Muerte, en Pachuca.
Durante varias horas, los elementos de la PGJEH fueron retenidos y golpeados. La tarde del domingo, tras un operativo de búsqueda iniciado por la propia procuraduría, ambos fueron hallados en el interior del templo con múltiples lesiones. Vicente M. B. falleció poco después, mientras recibía los primeros auxilios.
Este lunes, alrededor de las 12:30 horas, se confirmó el deceso de Paulino C. A. en el Hospital Intermédica de Pachuca. La noticia fue confirmada tanto por autoridades de la PGJEH como por sus familiares.
Tras estos hechos, los familiares de Paulino acusaron a la comandante Patricia Moya Domínguez, jefa directa de ambos agentes, de omisión y negligencia, señalando que no reportó a tiempo la desaparición de los policías. José Antonio Castañeda, hermano del agente fallecido, detalló que desde el sábado no se tenía contacto con ellos, pero fue hasta el domingo cuando Moya Domínguez notificó la situación a sus superiores, lo que retrasó el operativo de rescate.
“El sábado perdieron comunicación con ellos, pero nadie hizo nada. Fue hasta el domingo cuando finalmente se actuó. Para entonces, ya era demasiado tarde”, expresó Castañeda, quien exigió la destitución inmediata de la comandante.
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En el operativo de rescate y aseguramiento del templo, la PGJEH detuvo a cuatro personas, entre ellas una mujer, quienes presuntamente pertenecen a una secta y estarían relacionadas directamente con la agresión. Las autoridades ya investigan los hechos como homicidio doloso y privación ilegal de la libertad.
La Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo ha expresado sus condolencias a las familias de los agentes fallecidos y aseguró que se llegará hasta las últimas consecuencias para castigar a los responsables.
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