Se ha terminado oficialmente la temporada de premios 2024 con una ceremonia de los Oscar que, si no llenó las expectativas, por lo menos cumplió con su cometido de entretener, tras varios años de ceremonias sosas.
Pero ¿de verdad ganó el cine? Para muchos fue una ceremonia más en la que se intentó de todo para que por lo menos no perdieran a la audiencia que los vio el año pasado, con un desgastado conductor que ya hemos visto en otras entregas (como aquella en la que se equivocaron con el premio a La la land) y unos resultados que ya estaban más que cantados.
Sin embargo, con excepción de lo que digan ustedes como respetables lectores, me parece que este año fue una de las premiaciones más justas que ha habido en 96 años, no tuvieron que quedar bien con nadie, los que se llevaron a casa la estatuilla sí lo merecían e incluso en ternas tan cerradas como la de Mejor actriz, las supieron resolver bien.
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Incluso hubo sorpresas como en la categoría de Mejor guion adaptado, que finalmente no fue ni Oppenheimer, ni para Barbie, sino para American Fiction que con todo y que se burla de los mismos Academy, conquistó a sus miembros.
Lo difícil de los Oscar no es decidir quién se lleva cada una de las figuras de oro, lo complejo es lidiar con factores externos que puedan quitar la credibilidad del evento, como se venía diluyendo desde hace años.
Muchas personas consideran a los Academy como un premio que se le da al mejor postor, desde el momento de las nominaciones o desde antes con las campañas de “for your consideration”, porque en el pasado hemos visto premiar a quienes quizá no se lo merecían, como CODA en el 2021, en una sorpresa de último minuto.
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La Academia también se mueve del lado políticamente correcto, por eso tanto alarde con el incidente de Will Smith en el 2022, por eso su cambio en las reglas de inclusión luego de ser acusados en 2015 de racistas.
Pero en este año no se vio la mano de la agenda pública (o tal vez sí, premiando a una buena cantidad de producciones que abordan conflictos bélicos) y si se hubiera visto, quizá hubiera ganado Poor Things o la mismísima Barbie.
Cuando digo que ganó el cine, puede que también me refiera a la ceremonia como tal y momentos que siempre se van a recordar, como esa pequeña reunión de Batman, el momento John Cena e indiscutiblemente la actuación de Rayn Gosling con “I’m just Ken”.
Sobra decir que, a partir de hoy, inicia otro viaje con destino a los Oscar 2025 sin saber adónde nos llevará, pero esperando que de nuevo el que gane, sea el cine y hasta entonces, corte y queda.
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