Si lo que buscas es escapar del bullicio de la ciudad, sumergirte en aguas cálidas y reconectar con la naturaleza en su máxima expresión, Santa María Amajac te espera con los brazos abiertos.

Ubicado en el corazón de Atotonilco el Grande, este rincón hidalguense no sólo ofrece un respiro para el cuerpo y la mente, se alza como uno de los destinos turísticos más encantadores y completos de la región.

Aguas termales

Las aguas termales de los Baños de Santa María Amajac son famosas por sus propiedades terapéuticas.

Ricas en minerales provenientes de fuentes subterráneas, estas piscinas naturales ayudan a aliviar desde dolores musculares hasta el estrés cotidiano.

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Ya sea que busques salud, relajación o simplemente un rato de diversión en familia, las múltiples albercas —al aire libre y rodeadas de imponentes paisajes— son una invitación irresistible.

Pero Amajac no es sólo agua y reposo.

Patrimonio natural

Es el punto de partida ideal para explorar el patrimonio natural y cultural de Atotonilco el Grande, un municipio que forma parte del Geoparque Comarca Minera, reconocido por su riqueza geológica, minera y biológica.

Este geoparque, uno de los 31 geositios destacados en México, resguarda vestigios de un pasado glorioso cuando la región era una de las principales productoras de plata y oro del país.

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Hoy, esa historia vive entre montañas, formaciones volcánicas y rutas turísticas diseñadas para enseñar y maravillar.

La experiencia en Amajac va mucho más allá de un baño caliente. Aquí, la convivencia con la cultura local es parte esencial del viaje.

Más allá del agua termal

Desde la gastronomía típica —con sus sabores intensos y tradicionales— hasta las artesanías hechas a mano por los pobladores, cada encuentro es una oportunidad para descubrir la identidad viva de Hidalgo.

Además, el área cuenta con servicios que facilitan una estancia prolongada y placentera: zonas para acampar bajo el cielo estrellado, restaurantes con platillos regionales, y espacios recreativos que hacen del sitio un lugar perfecto tanto para parejas como para familias y grupos de amigos.

Atotonilco el Grande se posiciona así como un paraíso poco explorado, pero con un potencial turístico vibrante.

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Y en el centro de esa promesa está Santa María Amajac, un lugar donde la historia, la geología, la salud y el descanso se dan la mano para ofrecer una experiencia inolvidable.

Así que si estás planeando tu próxima escapada, no lo pienses más: Amajac te espera con calor natural, hospitalidad auténtica y paisajes que parecen salidos de un sueño.

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