En Morena se terminaron las especulaciones sobre las candidaturas a las alcaldías, después de meses de rumores y listas filtradas en redes sociales y medios de comunicación; hoy se puede ver con mayor claridad la correlación de fuerzas al interior de ese partido, donde es clara la influencia del equipo del gobernador Julio Menchaca.
Al desmenuzar los nombres dados a conocer el pasado lunes 18 de marzo por la dirigencia estatal del partido guinda, encontramos un mosaico plural de perfiles, que reflejan la coyuntura política, tal como ha ocurrido en procesos electorales pasados.
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Y entre los perfiles es posible observar la inclusión de exfuncionarios de la administración del gobernador Julio Menchaca, escenario que se esperaba y que habla de la influencia del equipo del jefe del ejecutivo estatal sobre el partido que lo impulsó a ganar la gubernatura en la elección del 5 de junio de 2022.
Tan solo en lo que respecta a la lista de morenistas que aspiran a las alcaldías destacan los nombres de los exsubsecretarios Jorge Alberto Reyes Hernández y Eduardo Medécigo Rubio, quienes buscarán gobernar los dos municipios más poblados del estado, cuya importancia política y económica es vital para la entidad.
Ambos perfiles, que hasta hace poco eran poco conocidos en la política local, hoy podrían colocarse como columnas de un proceso de renovación de cuadros en el partido oficial, antes de que le suceda lo que al PRI, donde durante décadas hemos visto desfilar a los mismos personajes en un proceso de reciclaje que ya causa urticaria en el electorado hidalguense.
En el listado aprobado por la Comisión Nacional de Elecciones del partido guinda también figura el nombre de la exsecretaria de Salud, Zorayda Robles Barrera, quien buscará arrebatarle al PRI la alcaldía de Apan, municipio icónico de la entidad, no solo por su historia sino por su importancia en la agroindustria local.
Es claro que la selección de perfiles en Morena no iba a dejar contenta a toda la militancia, pues como decíamos en una colaboración anterior, al ser el partido más exitoso de México, es hoy imán de diversidad de intereses, algunos legítimos, otros guiados por simple mezquindad.
Los ganadores de este proceso de selección interna también muestran la salud o decadencia de las corrientes o grupos de poder al interior del partido. Aunque en Morena las tribus están prohibidas por sus propios estatutos, es claro que algunas de ellas perdieron, como sucedió con el Grupo Universidad, que no logró colocar a ninguno de sus integrantes, a pesar de que hoy ocupan la presidencia del consejo estatal morenista a través de la alcaldesa de Tepeapulco, Marisol Ortega, y quien prefirió refugiarse en el Partido del Trabajo, con quien buscará llegar al Congreso local.
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Pero el equipo de exfuncionarios del actual gobierno estatal no solo buscará posiciones en las alcaldías, sino en el Congreso de la Unión: ahí están Alma Lidia de la Vega (exsubsecretaria de Servicios de Salud) y Simey Olvera (exsecretaria de Bienestar), quienes buscan un escaño en San Lázaro y en el Senado, respectivamente.
Sin olvidar la justa para renovar el Congreso local donde está Tania Meza (exsecretaria de Cultura) y Andrés Velázquez Vázquez, quien pese a ser exprocurador agrario federal, es muy cercano a Julio Menchaca, a quien acompañó como candidato suplente desde los tiempos en que ambos buscaron llegar a la alcaldía de Pachuca por la vía independiente.
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