Sheila Vivanco, egresada de Ingeniería Industrial y de Sistemas del Tec Hidalgo, hizo su sueño realidad al debutar como futbolista profesional con el Club Puebla Femenil.

Su historia demuestra que disciplina, pasión y resiliencia son la fórmula para alcanzar metas que parecían lejanas.

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Era un domingo por la noche en Puebla cuando Sheila terminaba su turno en una pizzería; cansada, sin imaginar que al día siguiente tomaría la decisión que cambiaría su vida, se levantó a las 6 de la mañana para presentarse a las visorías del Club Puebla.

Su determinación y talento pronto dieron frutos: tras una semana de intensos filtros, fue seleccionada como refuerzo para el primer equipo.

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“El reto era levantarme, tomar mis cosas e ir a las visorias. Lo hice”, recordó Sheila, quien durante la prueba recibió la noticia que marcaría su salto al profesionalismo: “Nos gusta bastante las habilidades que tienes, eres el perfil que buscamos y si tú quieres, entras completamente en el proyecto deportivo”, le dijo el entrenador.

Su debut profesional llegó el 13 de julio, cuando entró de cambio al minuto 75 contra Pachuca Femenil, equipo de su ciudad natal. “Fue un momento indescriptible, enfrentar a Pachuca fue muy especial, como profesional es un sueño cumplido”, aseguró.

Adaptarse al ritmo profesional ha sido un desafío: tres sesiones de entrenamiento diarias, análisis de juego y disciplina total desde las 6 de la mañana forman parte de su nueva rutina.

Desde niña, Sheila soñaba con que el fútbol fuera su estilo de vida. A los 9 años abandonó el ballet para dedicarse al fútbol junto a sus hermanos, enfrentando la dificultad de pocos espacios para mujeres y comentarios por jugar en equipos varoniles.

Su inspiración ha sido tanto su familia como referentes internacionales como Jenny Hermoso, campeona del mundo y actual figura del Tigres Femenil.

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Su paso por el Tec de Monterrey, campus Hidalgo, fue clave: combinar estudios y deporte le enseñó trabajo en equipo, liderazgo y resiliencia, habilidades que ahora aplica en el profesionalismo. “El Tec fue mi trampolín que me preparó durante la etapa más importante de mi vida”, afirmó.

Hoy, Sheila Vivanco no sólo celebra su logro personal, sino que busca inspirar a nuevas generaciones, demostrando que los sueños se alcanzan con disciplina, pasión y determinación.