Foto: Carlos Sevilla

En el Mercado Barreteros, uno de los más antiguos de Pachuca, se encuentra un negocio que ha sabido mantenerse con el paso de los años: la Súper Barbacoa Betos, fundada en 1954 por don Alberto Rojas y continuada por su nieto, Juan Filiberto Rojas Herrera, mejor conocido como Beto.

Con más de 70 años de tradición, el puesto de barbacoa ofrece barbacoa de borrego, consomé, pancita verde y roja, los días sábado, domingo y lunes. Además, todos los días se pueden encontrar quesadillas de barbacoa, mole verde, picadillo, tinga, flor de calabaza, huitlacoche, chicharrón, entre otros guisos. El negocio está ubicado en la entrada principal del Mercado Barreteros, en calle Guerrero, colonia Centro.

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Beto, de 48 años de edad, representa la tercera generación al frente de esta cocina tradicional. Desde los 12 años comenzó a ayudar a su padre, don Juan, en el proceso completo de la barbacoa: desde el sacrificio del animal hasta la cocción en hornos cubiertos con pencas de maguey. “Es un negocio bendito, que gracias a Dios nos ha dado mucho. Estoy orgulloso del producto que vendo y del amor que le tenemos”, expresa.

Barbacoa entre crisis, tradición y cariño

Actualmente, el precio del kilo de barbacoa varía entre 600 y 800 pesos en distintos municipios como Pachuca, Actopan y Tulancingo. En su puesto, Beto ofrece un kilo de barbacoa con un litro de consomé por 600 pesos. A pesar del esfuerzo por mantener la calidad, la pandemia y la economía han impactado sus ventas de forma notable.

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“Antes vendíamos hasta 20 borregos en tres días, ahora no vendo ni la mitad. Los sábados preparo dos borregos para 200 clientes, el domingo tres borregos para cerca de 300 personas, y los lunes uno más para unas 100 personas. Ya no se venden por kilo como antes, ahora la mayoría lleva medio kilo o menos”, relata.

A pesar de estos cambios, los comentarios de los clientes siguen siendo positivos. “Hasta ahorita, todos han sido favorables, sí les gusta, aunque no falta quien reclame por el precio”, comenta.

Beto afirma que continuará con su labor “hasta que Dios me dé licencia, siempre con mucho amor para la gente y para nuestros clientes”.

Súper Barbacoa Betos no sólo es un negocio; es memoria viva, esfuerzo familiar y legado gastronómico que forma parte del corazón de Pachuca. Una historia que sigue escribiéndose, un taco a la vez.

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