En su último día como presidente de México, Andrés Manuel López Obrador develó su retrato presidencial al óleo en la Galería de los Presidentes, ubicada en Palacio Nacional.

El cuadro, pintado por el artista Ermilo Espinosa, captura la cercanía del mandatario con el pueblo mexicano, una característica fundamental de su administración.

López Obrador comentó que el retrato está lleno de simbolismos, entre ellos el bastón de mando y la banda presidencial, reflejando la esencia de la Cuarta Transformación.

En el cuadro, el presidente aparece recargado en el balcón del Zócalo de la Ciudad de México, acompañado por la multitud.

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“La única recomendación que hice fue que estuviera la gente”, señaló el presidente, recordando su fuerte conexión con el Zócalo, donde incluso vivió durante el plantón de 2006.

El presidente también destacó un detalle en la obra: la Torre Latinoamericana con la fecha marcada del 15 de septiembre de 2024, el último Grito de Independencia que encabezó como jefe del Ejecutivo.

La elaboración del retrato tomó un año y costó 700 mil pesos, según informó el pintor yucateco Ermilo Espinosa.

El artista explicó que, aunque López Obrador no posó directamente para la pintura, realizaron una amplia sesión fotográfica.

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El cuadro busca una conexión cercana y emocional, sin romper con la solemnidad de los retratos de otros presidentes.

Ermilo Espinosa, originario de Mérida, Yucatán, es un artista visual especializado en pintura, influenciado por su abuelo Ermilo Torre Gamboa, también un destacado pintor.

Para Espinosa, realizar este retrato fue una “misión cumplida“, en honor a su abuelo, quien siempre deseó retratar a un presidente de México.

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