Dado que, a estas alturas de la vida, ya sabemos quién o quiénes están nominados a los premios Oscar y hasta hicimos varios corajes con esas 13 menciones a Emilia Pérez, hablemos acerca de cuál de las otras 9 películas podría evitar que se repita lo que ha pasado en otras ceremonias de los Academy, como cuando ganaron Crash, Shakespeare in love o, recientemente, Coda.
El revuelo que ha causado Emilia Pérez, la cinta más odiada de México, mal alabada por algunos compatriotas y con los ojos en Hollywood sobre ella, nos hace temer que la noche del 2 de marzo el nombre que escuchemos al final de la noche sea la película de Jaques Audiard, porque ya lo dijimos la semana pasada: Emilia Pérez es una mala película y por muchas razones, entonces, ¿quién podría ser su fuerte contrincante en la terna más ansiada de los Oscar?
Al final del Festival de cine de Venecia, la favorita de Hollywood era The Brutalist, película que todavía no llega a México (más o menos por ahí de febrero la podremos ver), dirigida por Brady Corbet con Adrien Brody. La historia ha sido criticada por el uso de IA; el mismo director reconoció usar la herramienta para mejorar el acento de Brody, que tenía que ser húngaro. Se dice en Hollywood que algunos de los votantes no la terminaron de ver (dura 3 horas y 35 minutos), lo cual es algo absurdo si nos remontamos a The Irishman, de Martin Scorsese, y sus tres horas y 29 minutos que tuvieron que ver para nominarla; aun así, consiguió sitio en la terna, pero para muchos perdió el encanto.
La IA también está presente en Emilia Pérez y no precisamente en el uso del ChatGPT en el guion (o donde sea que lo hayan utilizado). Se dice que el director lo usó para corregir el acento en español de Selena Gómez y para que Karla Sofía Gascón alcanzara las notas agudas en algunas de sus canciones, eso aunado a que muchos críticos coinciden en que es un desatino y que está entre las diez elegidas, meramente por intereses políticos y este intento de inclusión que por años la Academia ha tratado de hacer de una manera orgánica, pero no le ha funcionado mucho.
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The Substance, por ser una película de terror, tiene puntos menos para alzarse con la estatuilla, porque pocas son las cintas de este género que llegan a entrar, pocas también las que han logrado ganar, solo El silencio de los inocentes en 1991, pero se puede ver en las nominaciones que todavía el terror es un género con el que los Academy no están muy cómodos. Nos quedan entonces Anora, Dune, I’m Still Here, Nickel Boys, A Complete Unknown, Wicked y Cónclave.
Tanto Anora (aunque con Palma de oro bajo el brazo), como la biopic de Bob Dylan, los Nickel Boys y I’m Still Here (aunque Fernanda Torres dio sorpresa en los Globos de Oro), han llevado un perfil bajo en esta temporada (ni se diga Dune, que cada premiación reduce sus probabilidades); no son peligro para Emilia… aún. Recuerden que apenas el domingo vamos a ver los Critics Choice Awards, donde el panorama se va aclarando. Si estas cintas no pueden contra “El Mal” de Emilia Pérez, entonces, ¿quién?
Cónclave es esta película con vibras de Succession, House of Cards y hasta Chicas pesadas, una trama en donde los alfiles caen uno por uno hasta llegar al indicado, ese que se alzará como gobernante de la iglesia después del humo blanco. No es otra película que intenta limpiar el nombre de la religión; uno de los grandes aciertos de Cónclave es poner a los cardenales como figuras humanas capaces de cometer los más atroces actos con tal de mantener una imagen recta y pulcra.
Pongamos nuestras esperanzas en Cónclave; la cinta de Edward Berger, el mismo director que nos cautivó hace dos años con la devastadora Sin novedad en el frente, narra la historia de cómo se desarrolla este proceso sagrado para designar a un nuevo Papa cuando su Santidad muere, pero más allá de mostrarnos como una especie de documental, Berger se va un poco más lejos, explora las personalidades que integran al colegiado, le agrega un poco de intriga política e incluso muestra el lado oscuro de la iglesia, el poder que representa una tentación entre los sagrados cardenales.
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Edward Berger llamó para este proyecto a Ralph Fiennes, Stanley Tucci, John Lithgow e Isabella Rossellini, actores que cumplen cabalmente con su papel. Fiennes nos conduce a través de dos horas de intriga; incluso el actor que una vez dio vida a Voldemort, némesis de Harry Potter, es un fuerte contendiente para el Oscar a mejor actor.
Aunque Cónclave no está exenta de puntos débiles, pues su narrativa se cae algunas veces, puede ser algo lenta y predecible, además de tener un final algo cuestionable, tiene más aciertos, como la naturalidad de los papeles tanto en hombres como en mujeres. No es que Rossellini salga poquito en la cinta, es precisamente el rol que debe cumplir; hablemos también de cosas técnicas como la cinematografía, el diseño de producción y hasta el vestuario. Con todas estas atenuantes puede ser la película que lo cambie todo y sea una digna ganadora (esperemos), pero todo se sabrá el 2 de marzo en la ceremonia 97 de los Academy.
La recomendación: vamos a abrir este espacio para alguna recomendación random; esta semana, toca el turno de Johanne Sacreblue, una interesante respuesta a Emilia Pérez que es digna de estudio, pues en poco menos de 7 días, esta producción de 27 minutos logró mucho. Está en YouTube, échenle ojito. Y hasta aquí. ¡Corte y queda!
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