Yazmín Salazar

What To Know

  • El argumento de que “todas las obras son para mejorar la ciudad”, no basta para justificar la contaminación adicional, los costos a la salud y el deterioro en la calidad de vida de miles de personas que estamos enfrentándolo.
  • El aumento del tráfico lento, sumado a las emisiones de la maquinaria de construcción, eleva los niveles de CO2 (dióxido de carbono), NOx (óxidos de nitrógeno) y partículas suspendidas de polvo y hollín.
  • Todo proyecto debe incluir un plan de mitigación ambiental que incluya monitoreo de calidad del aire, uso de maquinaria verificada, horarios regulados de acuerdo a las necesidades de la población y medidas compensatorias como creación o mejoramiento….

En las últimas semanas, las obras en las calles de Pachuca (principalmente en la zona sur de la ciudad), han surgido sin previo aviso. Intervenciones de gran magnitud, como el reencarpetamiento del bulevar Santa Catarina, una vía de acceso fundamental para quienes entran del Valle del Mezquital o se dirigen hacia esa zona, han paralizado la circulación. Miles de vehículos procedentes de la Ciudad de México se incorporan a ese distribuidor, hoy prácticamente detenido.

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de todas las noticias al instante

Aunque las obras avanzan, lo hacen con demasiada lentitud. Además, ya abrieron todo el bulevar, dejándolo inservible y reduciendo el tránsito a solo dos carriles. Es importante señalar que rara vez se observa a la policía de tránsito y vialidad coordinando los cruceros, a pesar del caos entre calor, mal humor y nubes de polvo.

LEE: ¿A dónde van los medicamentos caducos?

El argumento de que “todas las obras son para mejorar la ciudad”, no basta para justificar la contaminación adicional, los costos a la salud y el deterioro en la calidad de vida de miles de personas que estamos enfrentándolo. Su simultaneidad y la programación en horario diurnos de máxima actividad simplemente no tienen sentido.

Un ciclo sin final

Este caos de obras representa una gran inversión económica, pero también un desgaste estructural para las vías alternas. Hoy, estas vías soportan más tránsito del que pueden resistir, se deterioran aceleradamente y pronto necesitarán reparaciones urgentes.  Así, el ciclo de daño y reconstrucción resulta interminable.

Obras a medio día: otro error

Resulta difícil comprender por qué estas obras se realizan en horarios diurnos (mañanas y tardes), durante toda la semana. Esto coincide con la mayor actividad vehicular, generando: tráfico pesado, embotellamientos, mayor quema de combustibles (los vehículos que avanzan lento y se detienen constantemente consumen más hidrocarburos), emisiones de maquinaria pesada y sobrecalentamiento de vehículos por el tránsito lento y altas temperaturas.  

Impacto ambiental: aire, temperatura y emisiones

El aumento del tráfico lento, sumado a las emisiones de la maquinaria de construcción, eleva los niveles de CO2 (dióxido de carbono), NOx (óxidos de nitrógeno) y partículas suspendidas de polvo y hollín. Esto contribuyen a deteriorar aún más la calidad del aire.

Además, las obras de construcción contribuyen al fenómeno de la “isla de calor urbana”, donde las temperaturas en la ciudad son más altas que en las zonas rurales. Materiales como el asfalto y el cemento, usados intensivamente durante el día, absorben y retienen calor, incrementando la temperatura ambiental.

Consecuencias para la población

No solo los automovilistas se ven afectados. Las personas que utilizan transporte público también sufren: camiones, combis, taxis e incluso el Tuzobús quedan atrapados en los mismos embotellamientos. Esto implica: trayectos más largos, mayor consumo de combustible, aumento en las tarifas (particularmente en taxis), incapacidad de cubrir las demandas de los usuarios y más emisiones liberadas a la atmósfera.

Los grupos vulnerables (niños, adultos mayores y personas con problemas respiratorios), enfrentan un mayor riesgo de complicaciones por la mala calidad del aire. Y las obras, además de prolongan por meses. La simultaneidad de las obras en distintos puntos de la ciudad incrementa la exposición a contaminantes para toda la población.

Alternativa: obras nocturnas

Realizar las obras durante las noches reduciría significativamente el impacto ambiental y social. Los beneficios son evidentes: menos contaminación en horas pico, mayor fluidez vehicular durante el día y una ejecución más eficiente de las obras por el menor flujo de automóviles. Por supuesto, las obras nocturnas también requieren permisos, regulación de ruido y control de emisiones, pero sus beneficios superan las molestias temporales.

Responsabilidades que no se cumplen

El ayuntamiento de Pachuca tiene la responsabilidad de considerar los impactos ambientales y sociales de sus obras y no solo pensar en los beneficios viales. Todo proyecto debe incluir un plan de mitigación ambiental que incluya monitoreo de calidad del aire, uso de maquinaria verificada, horarios regulados de acuerdo a las necesidades de la población y medidas compensatorias como creación o mejoramiento de áreas verdes. 

Ojalá el reciente reconocimiento al municipio por “prácticas ecofriendly”, se reflejara en la realidad de estas obras y no solo en una ceremonia de premiación.

Reflexión final

La modernización de la ciudad, no puede darse a costa de la salud y el bienestar de sus habitantes. Como ciudadanos, debemos exigir obras que consideren las necesidades socioambientales de Pachuca, y que se ejecuten de la mejor forma posible. Informarnos y exigir transparencia sobre los impactos ambientales y sociales de estas obras es parte esencial de nuestra responsabilidad. La apatía social solo nos deja frustración y a merced de decisiones improvisadas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *