What To Know
- José Luis Sánchez Quintero es el corazón —y las manos— detrás de Alquimia Pizzería, un pequeño refugio de masa y fuego que huele a madera, dedicación y oficio.
- Y en cada pizza, desde la leña hasta la salsa, él sigue experimentando y compartiendo ese calor que convierte a desconocidos en clientes… y muchas veces en amigos.
- Abren de martes a sábado de 12 a 7 pm, y los domingos de 12 a 6 pm.
José Luis Sánchez Quintero es el corazón —y las manos— detrás de Alquimia Pizzería, un pequeño refugio de masa y fuego que huele a madera, dedicación y oficio.
El local está en la placita Devon y Dani, a unos pasos del Reloj Monumental y justo frente al KFC. Es discreto, pero basta cruzar la puerta para entender que aquí la pizza no se vende: se crea.
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“Aquí la pizza no es un producto: es un proceso”
José Luis, licenciado en Gastronomía por la UAEH, levantó Alquimia hace cinco años después de una década entre hornos, fermentaciones y largas jornadas de aprendizaje. Habla de su cocina con una pasión que contagia: ingredientes frescos, masa propia, salsa de tomate hecha en casa y la minuciosidad del que cuida cada detalle. A diario acude a la Cremería Santa Elena para surtirse de insumos, porque —dice— el sabor empieza por la honestidad de lo natural.
Pero la verdadera magia sucede en su horno de madera de encino. Ahí, a fuego vivo, cada pizza adquiere su carácter: base delgada, textura ligera y un toque ahumado que define su estilo napolitano.
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¿Por qué Alquimia?
“Porque aquí transformamos elementos simples en algo más”, explica Sánchez Quintero. Harina, agua y fuego que, combinados, cambian de naturaleza. “La cocina también es magia”, dice mientras amasa. Y en cada pizza, desde la leña hasta la salsa, él sigue experimentando y compartiendo ese calor que convierte a desconocidos en clientes… y muchas veces en amigos.
La historia detrás del horno
José Luis llegó al mundo de la pizza casi por accidente: buscaba pagar una materia pendiente de la carrera cuando entró a trabajar a Forno Paulista. Ahí descubrió un oficio que lo atrapó para siempre. Años después emprendió su propio camino junto con su hermana, construyendo un negocio familiar basado en la cercanía, la honestidad y la conversación directa con quien cruza la puerta.
El menú de Alquimia incluye pizzas napolitanas, calzones, panuchos (algo así como un panini hecho con masa de pizza recién horneada), lasaña y tiramisú. Todo preparado al momento, sin prisas y sin atajos.
El espacio, pequeño y cálido, recuerda a la cocina de la abuela, cuentan sus clientes. Tal vez por el olor a leña, quizá por esa barra donde Pepe conversa, explica, escucha y te hace sentir parte de la casa mientras trabaja la masa.
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Un lugar para llegar… y regresar
Alquimia no ofrece servicio a domicilio, por el momento; Quintero prefiere que la gente llegue, vea el horno, huela el proceso y se lleve la pizza recién salida del fuego. Sí hay pedidos para recoger y cenas especiales en temporada.
Abren de martes a sábado de 12 a 7 pm, y los domingos de 12 a 6 pm.
En redes sociales aparece como Alquimia Pizzería en Facebook e Instagram, y también atiende por WhatsApp en el 771 568 9095.
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