En los 60’s los “supersónicos” ya tenían video llamadas.
La historia de cómo llegaron a ser las “computadoras” es una aventura emocionante, como cuentos contados por esos “visionarios malditos” que sabían del y eran eruditos en el futuro. Nos muestra cuán ingeniosos han sido siempre los humanos para encontrar mejores formas de hacer cosas interesantes.
Piénsalo: pasamos de enormes máquinas que ocupaban toda una habitación a pequeños dispositivos que puedes sostener en tu mano. Tienes más poder computacional en tu mano hoy en día que lo que se necesitaba para controlar la trayectoria de misiles nucleares en la Guerra Fría; tu celular tiene más poder computacional que la “computadora” con la que alunizaron las misiones Apolo en los 60’s.
Comencemos con las cosas antiguas, por lo menos antes del siglo XX. Teníamos máquinas simples para ayudar con las matemáticas. El ábaco podría haber aparecido en la antigua Mesopotamia y era bastante útil para el conteo básico y cálculos. Luego, en el siglo XVII, Blaise Pascal y Gottfried Wilhelm Leibniz crearon la Pascalina y el Contador Graduado. Estos eran como calculadoras tempranas.
Los 1800 realmente prepararon el escenario para las computadoras de hoy. Charles Babbage soñó con la Máquina Analítica, que estaba muy adelantada a su tiempo, utilizando tarjetas perforadas para decirle qué hacer. Ada Lovelace, quien trabajó con él, a menudo es llamada la primera programadora de computadoras porque escribió instrucciones para esta máquina.
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Avanzando rápido hasta principios de 1900, las cosas comenzaron a electrificarse con máquinas como la Harvard Mark I, por IBM y el trabajo de Alan Turing. Fue un gran salto hacia adelante e incluso ayudó durante la Segunda Guerra Mundial.
La mitad del siglo XX fue cuando las cosas comenzaron a ponerse realmente interesantes. El transistor fue inventado en 1947, iniciando la era de las computadoras electrónicas. El ENIAC, terminado en 1945, fue un paso gigante hacia esta nueva era.
Para finales del siglo XX, todo comenzó a encogerse. El circuito integrado, o microchip, hizo que las computadoras fueran mucho más pequeñas y baratas. Este cambio llevó a la revolución de las computadoras personales en los años 70 y 80, con grandes nombres como Apple, IBM y Microsoft haciendo computadoras que todos podían usar.
Los 2000 nos llevaron a la era de la informática móvil. Ahora, los teléfonos y tabletas tienen más poder que las antiguas computadoras de tamaño de una habitación. La Ley de Moore, que dice que la tecnología se vuelve más rápida y barata con el tiempo, ha sido bastante precisa.
Y aquí estamos, ya instalados en pleno siglo XXI, mirando hacia la computación cuántica. Todavía está en desarrollo, pero va a cambiar el juego al hacer cálculos súper rápidos, gracias a la mecánica cuántica, otro tema fascinante.
Así que, cuando miras hacia atrás, el viaje de la computación trata todo acerca de empujar los límites y reducir las cosas. Hemos pasado de máquinas voluminosas a gadgets que caben en nuestros bolsillos.
Por eso, cuando vibre tu trasero porque te está llegando una llamada, recuerda que lo que tomó para que pudieses hacer “selfies”, sacarle fotos a tu comida, invitar a medio mundo al “escaparate de tu vida” (vía redes sociales), presumirles a todos tus bebés, hijos y perros (Instagram), todo esto y muchas cosas más, son un gran ejemplo de cuánto hemos logrado y cuánto más podremos lograr. ¡Ugh! Humanos.
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Para bien o para mal, ahora el teléfono es fundamental para el quehacer humano de todos los días. El teléfono te cobija mejor que cualquier abrigo, te puede hacer exitoso o fracasar. Saludos mi estimado Umberto.