La semana pasada que hablamos sobre lo que tenía el catálogo de Netflix para ofrecer a sus consumidores en una tarde cualquiera, o bien, ahora que empezaron las vacaciones para muchos, no incluí una de las grandes apuestas de este año en la plataforma de la N roja, hablo de The three body problem, o en español, El problema de los 3 cuerpos.
Cuando la era del streaming surgió y nos llenó de contenido en todos los géneros, hubo uno de ellos que atrapó a los espectadores y los hizo sentarse frente a la pantalla por horas: la ciencia ficción, que tenía a sus antecesores bien plantados en leyendas como Héroes de Tim Kring.
Luego vinieron otros éxitos ya establecidos en plataformas, en Netflix, por ejemplo, Black Mirror que se resiste a morir, Stranger Things y esa perfecta primera temporada y la compleja pero inquietante Dark, pasando por otros intentos que no tuvieron la misma suerte, como Altered Carbon u Oxígeno.
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El problema de los 3 cuerpos viene a sumarse a la lista y esperemos que se adhiera a la de los éxitos, pues siendo un programa creado por los genios de Game of Thrones, todo parecería indicar que saldrá avante, quizá con unas cuatro buenas temporadas y un final (esperemos que no sea el problema) mejor que la de la historia de George RR Martin.
¿De qué trata?
¿De qué trata El problema de los 3 cuerpos? Todo parte de un acontecimiento que ocurre en la China de los años 60 y la revolución cultural en ese país, en medio de la disputa de Rusia con los estadounidenses por llegar al espacio; la decisión que toma una mujer, puede significar el fin de los tiempos o la transformación de los mismos.
De la pluma de Liu Cixin, la historia que forma una trilogía en la literatura, es tomada por David Benioff y Alexander Woo, quienes cruzan los límites literarios y aprovechan un recurso tan rico como lo es la ciencia ficción para ponernos en la época de los 60 y la era contemporánea, combinando detallitos como la invasión alienígena, aunque por mero trámite.
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Lo que llama la atención es que, en medio de todo ese mapa de cosas que tiene que tener una serie de ciencia ficción, ponen a nada menos que la humanidad como principal protagonista en un mundo que depende al cien por ciento de ella, para salvarse o para arruinarse y cómo se comporta frente a un inminente caos.
Hay exactamente tres cosas que hacen que El problema de los 3 cuerpos vaya en la dirección correcta, sea el número uno en Netlfix y se vuelve todo un fenómeno de la cultura pop; primero, la adaptación, que, si bien no es tan fiel al libro, el paso del papel a la pantalla no está nada mal y aunque como toda serie, tiene sus minutos de relleno, sí logra el cometido de decir “un capítulo y ya”.
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Una mexicana en El problema de los tres cuerpos
Segundo, el elenco que reúne está tan bien balanceado que cualquiera que no haya leído el libro juraría que así son los personajes, cada uno con sus propios demonios o bondades: Bendict Wong (Dr. Strange), John Bradley-West (Game of Thrones), Liam Cunningham (Game of Thrones) y la mexicana Eiza González (Ambulance), que en conjunto se amalgaman para condensarse en un grupo con defectos y virtudes.
Y finalmente, la tercera cosa, jugar con un tema tan palpable como lo es la extinción de la raza humana, sea por invasión, por destrucción de sí misma o por otra teoría futurista, hace a la audiencia detenerse un momento y pensar qué tan cerca estamos, en lo que una alarma llamada paranoia suena muy en el fondo de nuestras cabezas.
Véanla y luego me dicen qué piensan, mientras tanto ¡Corte y queda!
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