Sandy Franco

What To Know

  • Poner a estos cuatro personajes en la pantalla es una especie de reinvención con el paso de las épocas, lo que empezó con Nosferatu de Friedrich Wilhelm Mornau, en 1922, Bela Lugosi en Drácula (1931) lo continuó, seguido de otros actores y guiones que evocaban el vampirismo.
  • Gary Oldman en el 92 con la película de Coppola, Luke Evans en la versión de Gary Shore, Jonathan Rhys Meyers y Claes Bang con sus vampiros para el streaming, Bill Skarsgard con su conde Orlok en Nosferatu y recientemente Caleb Landry Jones en la romántica versión de Luc Besson.
  • Finalmente, no podemos dejar de lado el renacimiento de las cenizas de Penywise, popular en los 90 gracias a escenas tan icónicas como la de la regadera, y por actuaciones poderosas creadoras de un pavor auténtico, primero de parte de Tim Curry y luego con Bill Skarsgard, quien nació para ser un actor que da vida a monstruos.

Hay figuras dentro de las películas de terror que se han convertido en clásicos de sustos, inmortalizándose a través de las épocas como aquellos monstruos que nunca pasan de moda, es más, hasta se reinventan con el paso de los años. Identificarlos es muy sencillo. Está el vampiro que inició con el mito (relativamente) Drácula, el conde que chupaba sangre para seguir en la inmortalidad.

Luego está la criatura creada por Víctor Frankenstein, el personaje escrito por Mary Shelley en su novela de ciencia ficción, pero que con el paso del tiempo se ha colado en el género de terror. Está también el hombre lobo, otra mítica criatura mitad humano, mitad bestia que se transforma en la luna llena.

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Y finalmente está la momia, un cadáver envuelto en vendas, cuyo origen viene desde el antiguo Egipto. Aquí podríamos agregar a cierto payaso desquiciado que nos traumó a más de uno en los noventa y que le diera vida primero Tim Curry y luego Bill Skarsgard: Penywise en It, novela de Stephen King.

Poner a estos cuatro personajes en la pantalla es una especie de reinvención con el paso de las épocas, lo que empezó con Nosferatu de Friedrich Wilhelm Mornau, en 1922, Bela Lugosi en Drácula (1931) lo continuó, seguido de otros actores y guiones que evocaban el vampirismo.

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Ahí estuvo Christopher Lee en Drácula: Prince of Darkness (1966), Frank Langella en el 79; Gary Oldman en el 92 con la película de Coppola, Luke Evans en la versión de Gary Shore, Jonathan Rhys Meyers y Claes Bang con sus vampiros para el streaming, Bill Skarsgard con su conde Orlok en Nosferatu y recientemente Caleb Landry Jones en la romántica versión de Luc Besson.

Ha pasado lo mismo con los otros monstruos. El hombre lobo ha tenido menos evolución, pero sus cintas y series dignas del legado de la licantropía han retratado con un abanico de posibilidades a la criatura: animaciones, series y películas para adolescentes, películas exclusivas sobre el mito, entre otras producciones que han sido parte de la leyenda. Ahí están Werewolf of London (1935); la película protagonizada por Benicio del Toro y Anthony Hopkins; y recientemente Julia Garner reinició la franquicia con Christopher Abbott y Wolf Man.

Pasemos a hablar de Frankenstein y su evolución, desde aquel cortometraje mudo de 1910, Frankenstein de J. Searle Dawley, donde el Monstruo es interpretado por Charles Ogle, hasta la más reciente versión de Guillermo del Toro, con una criatura totalmente renovada y una atmósfera más personal.

El monstruo descrito en la novela de Shelley ha sido llevado en muchas ocasiones a la pantalla. Boris Karloff es quizá el actor más recordado en el papel de aquella figura alta y verde, pero también Robert De Niro y Luke Goss dieron vida a un personaje que ha quedado en las manos del popular Jacob Elordi.

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Finalmente, no podemos dejar de lado el renacimiento de las cenizas de Penywise, popular en los 90 gracias a escenas tan icónicas como la de la regadera, y por actuaciones poderosas creadoras de un pavor auténtico, primero de parte de Tim Curry y luego con Bill Skarsgard, quien nació para ser un actor que da vida a monstruos. Penywise regresa para aterrorizar ahora con su propia serie Welcome to Derry, una precuela cuyo primer episodio incomoda y promete mucho susto.

Stephen King tiene una frase que bien podría aplicarse a este texto: “Los monstruos son reales, y los fantasmas también: viven dentro de nosotros y, a veces, ganan.”

La recomendación: Aunque pudiera parecer que entra en la temática del terror, Soy Frankelda es punto y aparte, es una obra de arte cien por ciento mexicana que les exijo que vean, pues además de estar “hecha a mano” es una historia sobre creer… Y hasta aquí ¡Corte y queda!

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