Cuando Pachuca enfrentó por primera vez al Real Madrid hace unas semanas, la diferencia entre ambos equipos era tan clara que el marcador y el ritmo del juego solo la confirmaron. Sin embargo, el segundo partido entre ambos nos dejó una impresión distinta: los Tuzos entendieron que tenían que cambiar el guión.

Desde el arranque salieron a disputar cada balón como si el escenario fuera su propia casa. Ya no solo aguantaban esperando un error del Madrid, sino que presionaban alto, cerraban espacios y hasta lograban que los blancos se sintieran incómodos, algo que hace unos meses parecía imposible.

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de todas las noticias al instante

Esta evolución es reflejo del trabajo que viene haciendo el equipo hidalguense desde hace tiempo. Su proyecto ha apostado por fortalecer bases, por exportar su modelo y por consolidar una idea que sea sostenible. Un ejemplo muy claro es el Real Oviedo, que hace unos días logró el ansiado ascenso a La Liga en España.

Un logro que ha sido aplaudido por los aficionados oviedistas, que saben que detrás de ese éxito hay una planeación seria. Pero también ha sido motivo de polémica, porque la propia Federación Mexicana de Fútbol (FMF) envió una felicitación al Grupo Pachuca por ese ascenso.

SIGUE LEYENDO: Cisma en la Liga MX: Cantera y Mérito Deportivo contra Cartera y Poder Mediático

Es polémico porque en México llevamos años sin ascenso ni descenso en la liga, bajo el pretexto de “proteger inversiones” y “garantizar la estabilidad financiera” del torneo. La FMF es capaz de felicitar el mérito deportivo en Europa, pero en casa cierra las puertas a que los equipos que lo merecen por su desempeño en la cancha tengan la oportunidad de subir.

Eso ha sido una crítica recurrente que muchos medios y aficionados han hecho, sobre todo cuando queda tan claro que son los clubes propiedad de las televisoras y los grandes consorcios los que marcan la pauta. Para ellos es mucho más cómodo que nadie les compita, que todo quede entre unos pocos, que nunca peligre su permanencia en Primera.

La propia FIFA ha hecho declaraciones en contra de la multipropiedad y ha buscado evitar que un solo grupo sea dueño de dos o más equipos que puedan cruzarse en las mismas competencias. Sin embargo, cuando conviene, hace la vista gorda.

Por un lado, es rigurosa con algunos clubes y por otro permite que los grandes grupos mantengan su influencia en varias ligas sin mayores restricciones. La sensación que queda es que a unos les mide con lupa y a otros les da concesiones.

En ese sentido, el partido entre Pachuca y Real Madrid es una anécdota que encierra algo más profundo. Por un lado, es una muestra de que cuando un club trabaja bien su estructura y su cantera puede acortar distancias con cualquiera.

TE PUEDE INTERESAR: Mi Estadio

Por otro, es una prueba de que fuera de la cancha todavía pesan los intereses que frenan la verdadera competencia. Porque mientras Pachuca ha hecho su tarea y ha crecido paso a paso, el fútbol mexicano sigue esperando que alguien se atreva a poner las cosas en su lugar.

La gran paradoja es que celebramos en Europa lo que aquí nos negamos a permitir. Así, entre aplausos y silencios, queda claro que en el futbol global unos juegan a superarse y otros a mantener su comodidad. Y en ese juego, por ahora, las reglas siguen lejos de ser para todos igual.

Una reflexión final. Con el ascenso deportivo del Oviedo serán recurrentes los enfrentamientos panboleros entre el Grupo Pachuca, el Real Madrid y el Barcelona. Algo que ningún equipo u organización mexicana había logrado en toda la historia de este deporte.

Otra vez Pachuca es cuna, les guste o no.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *