El próximo 19 de septiembre se cumple un año del enfrentamiento entre alumnado del Instituto de Artes y trabajadores y miembros del Consejo Estudiantil Universitario (CEU) que dejó varios lesionados y que provocó el nacimiento de un movimiento que buscó transformar a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH).
Y a menos de un mes del aniversario del portazo en el viejo edificio de Abasolo 600, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH) hizo pública una recomendación dirigida al rector, Octavio Castillo Acosta, en la que le pide emitir una disculpa pública por los hechos del 19 de septiembre de 2023.
La presidenta de la CDHEH leyó este 19 de agosto la recomendación en conferencia de prensa, en donde también llama al rector a que ordene a la Contraloría universitaria una investigación para determinar la responsabilidad del personal universitario que participó en el lamentable enfrentamiento, en el que se utilizaron tubos para agredir a los manifestantes, entre los que se encontraban padres de familia de los inconformes.
El episodio, que hizo recordar los más oscuros tiempos de porrismo de la tristemente célebre Federación de Estudiantes Universitarios de Hidalgo (FEUH), hizo que el exlider del CEU, Esteban N, fuera vinculado a proceso por el delito de lesiones dolosas cometidas en pandilla.
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La presión social y mediática después de los hechos violentos del 19 de septiembre también orilló a que la exdirectora del Instituto de Artes, María Teresa Paulín Ríos, renunciara a su cargo, quien estoica aguantó varios meses después de su nombramiento, pese al paro que iniciaron estudiantes quienes la acusaban de tolerar agresiones psicológicas y sexuales, así como de proteger a los autores.
Lo que sucedió aquel 19 de septiembre cimbró a la UAEH, pues fue la génesis de un movimiento que detuvo la vida universitaria por semanas y que sumó más exigencias, entre ellas una reforma a la ley orgánica de la casa de estudios.
Sin embargo, el desgaste de los inconformes y la división entre sus filas permitió el regreso a clases antes de que concluyera el semestre, y las demandas se quedaron en el tintero.
Difícilmente el rector Octavio Castillo pedirá disculpas por los hechos del 19 de septiembre, pues no lo hizo cuando se lo demandó el estudiantado, en aquellos caóticos encuentros que se organizaron para poner fin al paro de actividades.
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La actitud de Castillo Acosta siempre fue la misma desde que inició el conflicto: culpar a los inconformes, por eso un problema que debió haberse solucionado en el Instituto de Artes escaló hasta convertirse en un movimiento que casi logró la expulsión del grupo que controla actualmente a la UAEH.
La falta de autocrítica y la nula disposición para llevar a cabo reformas que democraticen la vida interna de la UAEH seguirán siendo la tónica, y la recomendación de la CDHEH se quedará como un recordatorio de lo que ocurrió hace ya casi un año en la casa de estudios.
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