Buscar un libro que te interese, que te sorprenda y a buen precio, es una larga labor, principalmente porque si no tienes idea del género, autoría o editorial, te llevará un largo rato buscar entre tantos mostradores o botaderos, instalados en las ferias del libro.
Hay quien dice que los libros impresos ya no, que ahora sólo se hacen en formato digital, o que la gente ya no lee, y pues no, la muestra de ello son las ferias del libro.
Y también hay autoras y autores que dicen que las ferias del libro son excelentes escaparates para dar a conocer tu nueva creación y a las editoriales, promover las nuevas ediciones e, incluso, nuev@s autor@s que, lejos de desaparecer, cada vez se generan cual semilla en primavera.
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Y ahí están, las ferias del libro, a lo largo y ancho de todo el país. Claro que existen algunas más novedosas que otras, aquellas que tienen mejores instalaciones, o bien, las nuevas que llaman la atención del público, principalmente si se encuentran entre las calles de las ciudades.

Esto último me pasó en este año, vi la primera Feria Internacional del Libro de la ciudad de Puebla, y me gustó el escenario: ver libros de todo tipo a un costado del zócalo y la Catedral y observar a las personas que se quedaban a las presentaciones sólo porque pasaban por ahí. Siempre he dicho que acercar el arte a le gente a su paso, es una posibilidad enorme de llamar su atención.
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Sí era un poco más popular que la organizada por la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP), ya que estaría dirigido al público en general y la segunda, más académica y con el amplio bagaje de ediciones que tiene la propia Universidad que, al fin y al cabo, una de sus labores es publicar obras del profesorado, investigaciones e incluso, promover el arte y patrimonio de la casa de estudios.

También vi, hasta ayer, la Feria Universitaria del Libro (FUL), a la que convoca la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo (UAEH) y que tiene como sede, desde hace varios años, el Poliforum ubicado en la Ciudad del Conocimiento. Esta FUL antes fue FERILU, cuando nació, y se instalaba en los portales de la Plaza Juárez e, incluso en la propia Plaza, sufriendo de los aguaceros.
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No obstante, la feria creció por el interés del público y de los universitarios, y cada año tiene mayor participación.
Me gustó encontrar todos los libros de mis autor@s favorit@s como Isabel Allende, García Márquez, Elena Poniatowska, de Murakami y otros japoneses que leo recientemente, en fin, una gran lista. También las ediciones que se han hecho, porque son de mi interés, de estudios de la mujer.

Ver la participación de autoras y autores cercanos, locales, y otros no, a quienes les sigo la huella. En fin, yo digo que una feria del libro es como un sitio en el que te encuentras con amig@s, los nuevos y los conocidos de tiempo atrás.
Sin duda, lo disfruto mucho. ¿Usted ha ido a alguna feria del libro? ¿Cuál?
Nos encontramos el próximo lunes en otro #DestinosYRelatos
- Portada
- Una feria del libro es como encontrarse entre amig@s
- Volcadura cobra una vida en la México – Pachuca, altura Tolcayuca