Desde el primer piso hasta la Terraza, en el tercer piso, con una muy afortunada vista, ofrece el Museo Amparo de la ciudad de Puebla. Muestra colecciones que van desde lo prehispánico hasta lo contemporáneo.
En el Centro histórico de la capital del estado, abre este sitio desde 1991 por Manuel Espinoza Yglesias en honor a su esposa Amparo Rugarcía con el compromiso de “conservar, investigar, exhibir y divulgar el arte prehispánico, virreinal, moderno y contemporáneo de México”.
Tiene un programa permanente de exposiciones temporales nacionales e internacionales de colección de obras de arte virreinal y de los siglos XIX y XX. Además, cuenta con un programa intenso de actividades académicas, artísticas, educativas y lúdicas dirigidas a todos los públicos.
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El Museo Amparo, ubicado en la calle 2 sur esquina con 9 oriente abre sus patios que forman parte de las exposiciones con una agradable vegetación y estancia. Uno de ellos cuenta con esculturas de bronce, en otro una fuente con piso de cerámica azul cobalto.
Este azul cobalto es del tipo de talavera poblana que se observa mucho en esta ciudad y, en el Amparo, es como un hilo conductor desde la planta baja hasta la terraza que tiene jardineras con este tipo de cerámica.
Tiene también una biblioteca, actividades para las infancias, programa en línea y una tienda tanto física como virtual con libros de arte y artesanías tanto del estado de Puebla, como de otras regiones del país.
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Sin duda, al recorrer los tres pisos de obras de arte de distintos períodos, la joya de la corona es la terraza con un ambiente minimalista, con altas paredes de cristal, mesas y sillones en blanco, jardineras con lavandas y árboles pequeños, sombrillas para protegerse del sol y una cafetería.
La vista desde ese lugar muestra torres y cúpulas de distintas iglesias que se encuentran a la redonda, principalmente la Catedral de Puebla.
La terraza se puede visitar independientemente del Museo para tomarse un refrigerio y disfrutar de una buena tarde al aire libre.
El Museo Amparo, de la ciudad de Puebla es una buena idea para contemplar su interior desde el edificio histórico, sus colecciones y la vista que ofrece desde el tercer piso. Un buen destino.
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