Morena dará a conocer esta semana a los perfiles que contenderán bajo sus siglas en la batalla por las alcaldías, para lo cual irá coaligado con Nueva Alianza Hidalgo, que hoy es su nuevo aliado en el ámbito local.
Ya no hay marcha atrás para que Morena enfrente esta encrucijada, a la que ha rehuido porque es en esta elección interna donde hay mayor animadversión entre los aspirantes.
En las últimas semanas han sido comunes las conferencias de prensa donde un día y otro también se escucha a morenistas y advenedizos decir que no aceptarán imposiciones, descalificando de antemano la decisión que tomará el partido.
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La elección de los perfiles para ocupar las candidaturas es uno de los procesos más críticos que enfrentan los partidos y Morena no escapa a esta realidad. Y como hoy se ha convertido en la opción política más exitosa, es ahí donde está concentrada la atención y la tensión, no solo entre sus militantes, sino entre la ciudadanía.
Morena es hoy indiscutiblemente la primera fuerza política del país, contexto del que Hidalgo no escapa. El partido guinda viene de ganar el poder ejecutivo estatal después de casi un siglo de dominio priista. Pero además domina el Congreso local desde hace dos legislaturas y en esta elección podría también llevarse la mayoría de los municipios… si es que elige a los mejores perfiles.
Recordemos que, en la elección de 2020, cuando parecía que Morena arrasaría en las elecciones municipales, solamente logró ganar ocho alcaldías, siendo superado ampliamente por el PRI, partido que dio el campanazo aquel domingo 18 de octubre de 2020 al quedarse con 17 ayuntamientos.
Por eso el partido tiene que ser meticuloso en la selección de sus candidaturas. Y debe ser transparente, para que nadie diga que hubo mano negra.
Lo mejor para sacudirse cualquier sospecha sería hacer públicas las encuestas mediante las cuales decidirá a sus perfiles. Si no las transparenta, el argumento de que sus candidaturas fueron impuestas tendrá sentido y cobrará fuerza en detrimento de sus propios aspirantes.
Con la llegada de Julio Menchaca al gobierno del estado, llegó también un abanico de nuevos perfiles que han sido señalados por desplazar a los “fundadores” del partido, que por cierto, ya fueron puestos en su lugar por la propia abanderada presidencial, Claudia Sheinbaum quien este fin de semana declaró desde Puebla que esa condición no garantiza que ganen en las urnas.
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Al salir al paso frente a las críticas por las decisiones que ha tomado el partido, Sheinbaum dijo que hay militantes que son fundadores, pero no ganan los sondeos de opinión y otros que se unieron al movimiento hace tres o seis años, pero sí ganan encuestas.
A Morena Hidalgo le llegó la hora cero: tiene que tomar la decisión correcta, y por el bien del partido guinda, tiene que ser lo más transparente posible.
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