Piernas de PlataPiernas de Plata

Nunca será fácil llevar a cabo un proyecto por primera vez. En el camino se cometerán errores, al dar los primeros pasos seguramente habrá trastabilleos.  Nada que se eche a andar estará exento de dificultades.

Así la elección judicial que se llevó a cabo por primera vez en la historia este domingo. Se esperaba y así fue: la asistencia a las urnas fue a cuentagotas. Era previsible: el poder judicial y su funcionamiento son ajenos a la mayoría de la población.

Suscríbete a nuestro canal de WhatsApp y entérate de todas las noticias al instante

Pero justo ahí radica una de las razones por las cuales un ejercicio de esta naturaleza era necesario: todos se quejan de que no hay justicia, pero nadie quiere involucrarse en cómo se construye el poder judicial.

Antes de esta elección, sólo los jueces, las cúpulas políticas, aquellos que trabajan en el poder judicial y uno que otro enterado sabía como eran electos los ministros, magistrados y jueces del país. Hoy seguramente una capa más amplia de la población se enteró al menos de su existencia.

No será un proceso fácil, la elección del pasado primero de junio fue el primer paso. Ahora falta ver cómo funciona este nuevo poder judicial. Lo cierto es que debe notarse un cambio. Si se siguen viendo casos de jueces que liberan a narcos, a huachicoleros o a delincuentes de cuello blanco en los conocidos “sabadazos”, entonces el esfuerzo habrá sido en vano.

LEE: Nuevas inversiones no llegan por casualidad

Se acusa que la elección fue amañada, que los jueces que resultarán ganadores son quienes aparecieron en los acordeones que fueron impulsados por fuerzas vinculadas al oficialismo.

Sin duda es reprobable que este tipo de estrategias se echen a andar, pero ninguna elección está exenta de riesgos. El punto fue que el proceso se abrió a la sociedad. Quien quiso participar, tuvo oportunidad de hacerlo. 

Cierto también que esta elección fue muy compleja. Se requería, como no sucede en ningún otro proceso electoral, de un esfuerzo por parte del electorado. Era necesario involucrarse, investigar perfiles, conocer las funciones de cada cargo en disputa.

CHECA: Cuna del Fútbol, rumbo al Mundial 2026

En otras palabras, para esta elección se requería una ciudadanía activa, que se esforzara por participar en los asuntos públicos. La mayoría se queja de que el sistema de justicia no sirve, pero muy pocos quieren hacer algo por cambiarlo.

Es difícil que modificar el orden de las cosas solamente protestando en redes sociales. Hay que salir a la calle, dedicarle tiempo a asuntos que parecen ajenos, pero no lo son.

La experiencia de ir a las urnas y tener el poder de elegir es algo que hoy en día poco se valora. Por eso esta elección judicial se le ha señalado como un gasto innecesario. Prevalece la idea de que es mejor que otros se hagan cargo de elegir a quienes imparten justicia.

Esta elección hoy es blanco de feroces críticas, pero nadie puede negar que se abrió una puerta que parecía permanentemente clausurada.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *