El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, rechazó un alto al fuego en la guerra contra
Hamás, que entró el martes en su segundo mes, a pesar de los repetidos llamamientos para
una tregua humanitaria en Gaza y tras un saldo de más de 10.300 muertos en el enclave,
según el movimiento palestino.
Durante la noche, continuaron los bombardeos israelíes contra el territorio palestino
controlado por el movimiento islamista, dejando más de 100 muertos, según el ministerio de
Sanidad de Hamás.
Bajo cobertura aérea, las tropas terrestres israelíes continuaron avanzando en la Franja
después de rodear la ciudad de Gaza y cortar el territorio por la mitad, según los militares.
SIGUE LEYENDO: El eterno danzón de Israel y Palestina: un canto entre ecos del pasado y susurros del presente
“No habrá alto el fuego en Gaza sin la liberación de nuestros rehenes”, dijo Netanyahu en una
entrevista con el canal estadounidense ABC News el lunes por la noche, un mes después de
que cientos de combatientes de Hamás llevaran a cabo el 7 de octubre el ataque más
mortífero en la historia de Israel.
Más de 1.400 personas murieron en ese ataque, según las autoridades, en su mayoría civiles
el mismo día del asalto. Entre los muertos hay más de 300 militares.
Hamás también capturó a más de 240 personas entre civiles, tomados como rehenes, y
militares que llevó a Gaza.
“Con respecto a las pequeñas pausas tácticas, una hora aquí, una hora allá, ya las hemos
tenido”, agregó Netanyahu, refiriéndose a una declaración de la Casa Blanca que habla de la
“posibilidad de pausas tácticas” para permitir que los civiles huyan de los combates y para
que entre la ayuda humanitaria.
En 2005 después de 38 años de ocupación, Israel retiró unilateralmente a sus soldados y
colonos de Gaza. Pero Netanyahu dijo ahora que su país asumiría “por un período indefinido,
la responsabilidad general de la seguridad” en el territorio palestino después de la guerra
Netanyahu ha prometido aniquilar a Hamás, una organización calificada de “terrorista” por
Estados Unidos y la Unión Europea.
Israel niega alto al fuego: “Sí, tengo miedo”
Israel rindió este martes un homenaje a las víctimas del ataque del 7 de octubre.
“Las atrocidades han dejado una cicatriz terrible, traumas a nivel personal pero también a
nivel nacional”, dijo en un acto solemne Asher Cohen, presidente de la Universidad Hebrea de
Jerusalén, que tiene a varios de sus graduados entre las víctimas.
Los bombardeos israelíes están poniendo a dura prueba a los 2,4 millones de palestinos,
atrapados en los 362 km2 de este pequeño territorio y privados de agua, electricidad y
entregas de alimentos.
El asedio impuesto por Israel empezó el 9 de octubre, cuando Gaza ya llevaba más de 16 años
sometida a un bloqueo israelí. Más de 1,5 millones de personas han tenido que desplazarse,
según la ONU.
“Fue como un millón de terremotos combinados (…). No recibimos ninguna advertencia,
nada, y de repente nos sorprendieron los misiles cayendo sobre nuestras cabezas, sin parar”,
dijo Saad Abu Sariya después de los ataques israelíes en Rafah (sur).
Guterres lamentó el lunes la insuficiente ayuda que llega a través de Rafah, el pase fronterizo
con Egipto. Con 569 camiones desde el 21 de octubre, “el goteo de ayuda no es nada frente al
océano de necesidades”. Emiratos Árabes Unidos anunciaron el lunes que instalarán un
hospital de campaña en Gaza.
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En la frontera de Israel y Líbano también hay intercambios diarios de disparos entre el
ejército israelí y Hezbolá.
La violencia también se ha multiplicado en Cisjordania, territorio ocupado por Israel desde
1967, donde más de 150 palestinos han muerto desde el 7 de octubre, según la Autoridad
Palestina.
Conflicto Israel – Hamás: una crisis humanitaria
Las Naciones Unidas, las oenegés, los líderes árabes y otros países del mundo piden sin cesar
un alto el fuego. Washington no apoya la idea y habla de “pausas humanitarias”, insistiendo
en el derecho de Israel a defenderse.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, exigió urgentemente un “alto el fuego
humanitario” en el pequeño territorio palestino, transformado en un “cementerio para
niños”.
“La pesadilla en Gaza es más que una crisis humanitaria, es una crisis de la humanidad”, dijo.
Los bombardeos israelíes en Gaza dejaron 10.328 muertos, la mayoría de ellas civiles,
incluidos más de 4.000 niños, según el último balance del ministerio de Sanidad de Hamás el
lunes.
“Miles y miles de civiles mueren (…) Nuestros hombres han sido asesinados. Nuestros
voluntarios han muerto”, dijo el jefe de la Media Luna Roja Palestina, Yunis Al-Khatib.
Guterres también reiteró su condena de los “atroces actos terroristas” de Hamás y arremetió
contra este movimiento que usa “civiles como escudos humanos”.
El domingo por la noche, el ejército israelí anunció la intensificación de su campaña de
bombardeos que durará “varios días”, en paralelo a una ofensiva terrestre lanzada el 27 de
octubre.
Los enfrentamientos terrestres más intensos se están produciendo en el norte del territorio,
donde se encuentra la ciudad de Gaza, que según Israel alberga el “centro” de Hamás.
Con información de AFP.
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