Piernas de Plata

No hubo sorpresas tras el último debate celebrado el pasado domingo entre los aspirantes a la presidencia de la República.

Para los aspirantes presidenciales el debate fue una de las últimas ventanas de atención ciudadana masiva antes de la jornada del 2 de junio. Lo fue, porque el Instituto Nacional Electoral (INE) informó que tan solo el segundo debate fue visto por 13.7 millones de personas.

Por esa razón, el tercer ejercicio de contraste era un espacio único para que los aspirantes dieran un golpe certero que pudiera cambiar las tendencias en las preferencias ciudadanas que hasta el momento colocan a Claudia Sheinbaum como la favorita para ganar en las urnas.

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Xóchitl Gálvez y su equipo estaban conscientes de esa posibilidad y por eso echaron toda la carne al asador. Pero no fue suficiente. La opositora a Morena insistió en su estrategia de atacar calificando a la morenista de “narcocandidata”, pero la exjefa de gobierno supo sortear los dardos en su contra.

Sheinbaum no se enredó, contestó con respuestas cortas y contundentes. Cuando Xóchitl sacó el último libro de Anabel Hernández para sustentar sus acusaciones sobre los supuestos nexos de la morenista con el narcotráfico recibió una respuesta que la descolocó. Sheinbaum solo tuvo que señalar la inconsistencia de las fuentes de la investigación y hasta con sarcasmo recomendó mejor leer las Crónicas Marcianas de Ray Bradbury.

El tema de seguridad implicaba para ambas candidatas un terreno minado. Por eso los misiles que lanzaron fueron neutralizados. Gálvez no pudo con la pesada loza de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Difícil tomar distancia cuando los partidos que te apoyan son el PRIAN.

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Sheinbaum respondió con autocrítica, aceptó que las cifras de homicidios son altas, pero arguyó que lo importante es que en este sexenio se está revirtiendo la tendencia alcista que comenzó con Felipe Calderón.

Jorge Álvarez Máynez solo administró su cómoda posición como candidato de la tercera vía. Eso sí, atacó a Gálvez, con quien disputa el segundo lugar, lo cual benefició a Sheinbaum. Por eso no hubo sorpresas en este tercer debate. Las posiciones se mantienen invariables.

La morenista se perfila para mantener su holgada distancia respecto a Gálvez, quien el pasado domingo tuvo su última oportunidad de dar un golpe certero. Si el equipo de campaña de la hidalguense pensó que ese golpe podría ser revelar que Mario Delgado tiene una investigación en su contra en Estados Unidos se quedaron muy cortos.

El capítulo final está por escribirse el 2 de junio y después del debate del pasado domingo difícilmente podremos ver alguna acción que cambie la tendencia que todos conocemos.

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